BBVA insiste en «crecer más» para lograr un mayor beneficio para la dirección del grupo
El presidente del BBVA, Francisco González, confirmó en el Palacio Euskalduna la línea emprendida para la obtención desmesurada de mayores beneficios económicos que, al final, repercuten de forma directa entre quienes se encuentran al frente del banco. Ante las críticas de algunos accionistas y sindicatos por los desorbitados sueldos y primas, BBVA aseguró que se encuentran en los niveles de otras entidades europeas similares. González se fijó como objetivo en 2006 superar el nivel de beneficio histórico del año pasado, que llegó a los 3.806 millones, un 30,2% más que en 2005.
BILBO
El BBVA se ha convertido en «una máquina de ganar dinero», como subrayó un accionista en su turno de intervención, pero el beneficio que obtiene no se reparte de igual manera entre los trabajadores, los accionistas y los directivos de la multinacional bancaria que aspira a ser global y situarse entre los ocho principales bancos del mundo en 2010, según explicó su presidente, Francisco González. Algunos asistentes a la Junta General y los representantes de sindicatos como CIG, CCOO y UGTcriticaron los elevados emolumentos que recibe el conjunto del equipo directivo, mientras que no se prima ni el empleo de calidad, ni se equiparan las condiciones de salario de los empleados que provinieron de BBV con los de Argentaria. También lamentaron que los beneficios históricos logrados se consiguieron con el esfuerzo de los 94.200 empleados del grupo, «pero no repercute en salarios o en una paga extra por ese negocio creciente que gestionan», dijeron. El banco ganó en 2005 un total de 3.806 millones, un 30,2% más que un año antes. Es una cifra récord, lo mismo que los salarios que obtuvieron y obtendrán sus directivos. Sólo en sueldos, Francisco González, presidente del BBVA, el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, y el secretario general, José Maldonado, percibieron el año pasado 8,6 millones de euros. Aestas cifras, habrá que sumar otros 6,2 millones para los tres en retribución variable, mientras que por el plan de incentivación de los ejercicios 2003 a 2005 añadirán otros 10,2 millones a sus cuentas. También recibieron 33.000 euros en pagos en especie. También se deben añadir las provisiones a los planes de pensión, que suman entre los tres consejeros ejecutivos los 87,7 millones. En caso de que se produjesen sus ceses por causa que «no sea debida a su propia voluntad, jubilación, invalidez o incumplimiento grave de sus funciones», existe estipulada una cantidad de 122,5 millones para Francisco González, José Ignacio Goirigolzarri y José Maldonado.
Altos cargos
El comité directivo, que en total son doce altos cargos excluyendo a los tres ejecutivos, recibió un 25,5 millones entre retribución fija y variable. En especie, el comité de dirección, que este año se amplía a dieciocho miembros, recibió otros 521.000 euros, y obtendrá una extra en 2006 de otros 14 millones, a la vez que por el plan de incentivación ingresarán 17 millones de euros más.Por otro lado, se encuentran los doce miembros del consejo de administración, entre los que se encuentran Román Knörr, ex presidente de Confebask y próximo presidente de la Cámara de Comercio de Araba, y la decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Deusto, Susana Rodríguez Vidarte. El año pasado cobraron 3,2 millones de euros en conjunto y cuentan con unas provisiones para la jubilación de 2,2 millones de euros, a los que hay que añadir unos 70.000 euros dispuestos en primas por seguros. En la Junta General, por otro lado, se aprobó un plan de incentivos para el conjunto de directivos que alcanzará los 360 millones hasta 2010 en caso de lograr una serie de objetivos para el banco.
No contestó directamente
El presidente del BBVA, Francisco González, no contestó directamente a las críticas sobre las elevadas cantidades económicas que percibieron el año pasado, sino que dio la palabra a Ricardo Lacasa Suárez, que preside la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, quien explicó que las cantidades que perciben los altos directivos están acordes con otras que se reciben en el conjunto de Europa en bancos de categoría similar a BBVA y reconoció que las cifras se actualizan siguiendo los criterios del mercado.A lo que sí contestó González fue a las críticas sindicales sobre los bajos salarios o falta de primas de los empleados. El presidente del banco aseguró que los empleados tienen una retribución variable y unos incentivos, que «los percibe el 90% de la plantilla», y culpó de esta situación de descrédito del banco «al período de elecciones sindicales en el que nos encontramos», refiriéndose sobre todo a las intervenciones de Juan José Giner, de CCOO, y Sebastián Bueno, de UGT. El representante de CIG, Luciano Lugilde, pidió en el Palacio Euskalduna una paga extraordinaria para la plantilla «por el reconocimiento a la excelente labor realizada», a la vez que reclamó «a los departamentos de Relaciones Laborales y Recursos Humanos trasparencia, cooperación y no discriminación, porque funcionan como un muro de contención frente a nuestras demandas». El representante de CIG denunció una pérdida de derechos de los trabajadores, «aunque se vende una política corporativa oficial de buenas intenciones». Delegados de CGT se concentraron ante las puertas del Euskalduna para mostrar la disconformidad con la gestión que el BBVArealiza con los empleados en general, «pero sobre todo con los más jóvenes, quienes son los que soportan más temporalidad y precariedad».
Abiertos a compras
En la Junta de Accionistas, tanto González como Goirigolzarri dejaron abierto el camino a posibles intentos de compra de otros bancos. El presidente de BBVA dijo que «queremos ser un gran banco» y dijo que «todos los días tenemos oportunidades, pero las analizamos bien». En este caso, reconoció que no compraron el BNL italiano por «no incurrir en acciones ilegales» y, después, por «que el precio no generaba valor para nuestros accionistas».
LAB indica que «son unos beneficios escandalosos»
J. BASTERRA
BILBOAnte la celebración de la Junta General de Accionistas, LAB constata que los éxitos de los grandes bancos van acompañados «de exclusión social y de una apuesta por una sociedad más injusta e insolidaria». El sindicato, que dirige Rafa Díez, sostiene que bancos, como el BBVA, «no quieren saber nada de las necesidades sociales que padecen muchos ciudadanos, mientras ellos se bañan en millonarios beneficios». Manifesta que «la sociedad no puede permanecer impasible ante estos depredadores financieros, porque todos sabemos que la banca, entre ellos el BBVA, son los principales especuladores que hacen que la sociedad esté cada vez más dividida y distanciada entre unos pocos ricos y la inmensa mayoría, con muchos problemas y necesidades». LAB denuncia que «estos banqueros son los que apuestan por la globalización para continuar obteniendo mayores beneficios, la precariedad y la exclusión. Hay que denunciar estos beneficios escandalosos».
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