Jesús AVILA de GRADO | Premio Ramón y Cajal de Investigación 2004
«Queremos saber si el Alzheimer es una enfermedad reversible o no»
Premio Ramón y Cajal de Investigación 2004, Jesús Avila es el coordinador del grupo de Microtúbulos en el Centro de Biología Molecular del CSIC y buen conocedor de la enfermedad de Alzheimer. Estos días ha visitado Bilbo, invitado por la Fundación BBVA y CIC bioGUNE, para hablar sobre sus investigaciones con modelos animales, en concreto con ratones transgénicos.
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la presencia en los cerebros de los pacientes de dos estructuras aberrantes, conocidas como placas seniles y ovillos neurofibrilares. La enfermedad es una demencia senil, y el número de placas se suele correlacionar con la edad del paciente, mientras que la presencia de ovillos se relaciona con la demencia. Estos ovillos están formados por una proteína del citoesqueleto, denominada tau. El investigador Jesús Avila utiliza como modelos ratones transgénicos para estudiar algunos aspectos patológicos de la enfermedad, que reproducen los agregados aberrantes de tau. También utiliza estos ratones como dianas para el ensayo de posibles fármacos para encarar la enfermedad.
¿Cómo explicaría sus investigaciones a una
audiencia no experta en la materia? Lo que intentamos es reproducir en modelos animales algunos aspectos de la enfermedad e intentar utilizarlos como dianas para probar fármacos, y si se ve que hay alguna recuperación o algún pico de terapia en el caso de esos modelos animales, intentar ver si eso lo podemos pasar a humanos. Su trabajo se basa en ratones. ¿No es nada
sencillo?
No es fácil y, además, es muy caro, porque mantener una colonia de ratones a los cuales se ha promovido la enfermedad es muy caro. Se les tiene muy bien cuidados, como en un hotel de cinco estrellas, y eso supone un coste relativamente alto. Y también técnicamente tiene sus complicaciones trabajar con estos animales, porque generalmente nosotros trabajamos con ratones transgénicos, es decir, expresamos genes humanos en ratones y hay que esperar para saber si ese gen que queríamos introducirle lo ha logrado, y todo esto no es fácil. Técnicamente es complicado.
¿Estamos ante una línea más de investigación, o ante una vía que puede dar frutos más pronto que tarde?
Desde luego no somos los únicos en el mundo que trabajamos en esta enfermedad, hay mucha gente que lo está haciendo, y algunos hasta mejor que nosotros. Hay gente que trabaja con diferentes tipos de modelos, y cada uno con el suyo e incluso a veces mezclándonos, se trata de ver cómo de alguna manera confirmamos la patología para tratar de resolverla. Fundamentalmente, EEUU está haciendo cosas muy importantes en este campo. Vamos, que casi muchas cosas les tenemos que estar copiando (sonríe).
¿Cuál es la clave concreta que ustedes buscan?
Queremos ver si el proceso de la enfermedad es reversible y desaparece en parte la patología o no. Esto es lo que nos va a indicar lo que tenemos que buscar después, es decir, drogas o fármacos preventivos en caso de que no fuera reversible, o curativos si sí lo fuera.
¿Y qué les indican sus investigaciones hasta la fecha? ¿Que estamos ante una enfermedad reversible o que habrá que limitarse a prevenirla?
Sólo le puedo decir que ya sabemos algunas cosas, pero hasta que no lo publiquemos en las revistas no podemos decir nunca nada.
Pero, ¿será una buena noticia?
Hay que esperar a publicar para dar las grandes noticias.
¿Cuándo lo sabremos?
Espero que en poco tiempo podamos tener algo importante.
Ustedes, los investigadores, ¿se sienten presionados?
Hay una cierta autopresión, pero preferimos hacerlo bien y no cometer fallos.
Estos mensajes positivos, ¿a quién deben ir dirigidos, a los familiares de actuales enfermos, a quienes pueden padecerlo en un futuro...?
A los familiares de enfermos yo les tengo mucho respeto porque son los que más trabajan y más se preocupan. A ellos les diría que no desesperen, que se está en ello. Lo malo es que no se sabe si esos resultados futuros a ellos les van a tocar o no.
Lo que sí es evidente es que el Alzheimer, más allá de razones hereditarias, genéticas o ambientales, tiene que ver con la vejez, con el envejecimiento natural de nuestras neuronas.
Eso es. Es una demencia senil, la más prevalente y el mayor riesgo que hay es simplemente ser viejo. La probabilidad de padecerlo es grande según aumenta la edad de la persona.
Parece una enfermedad inevitable para mucha gente, pero al mismo tiempo se nos habla de consejos para prevenirla. Hombre, hay cosas que parece que facilitan el
retraso de la aparición de la enfermedad, como por ejemplo llevar una vidas
intelectual buena, pero también física. Leer, discutir, no ser demasiado
sedentario, todo
eso es positivo. -
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