BILBO
Miembros de la gazte asanblada de Olabeaga dieron a conocer ayer la situación en la que se encuentra en estos momentos el gaztetxe del barrio bilbaino. Sergio García, miembro de la asamblea denunció la «gran amenaza de desalojo que pesa sobre el centro social». Ante esta situación, los afectados hicieron un llamamiento para que «todo el que quiera participar en este bonito proyecto cultural» se acerque al edificio.Además, hay otros motivos que agreden la continuidad del gaztetxe, ya que, según explicaron, «desgraciadamente, sobre el barrio de Olabeaga se está proyectando un plan de ordenación urbanística en el que se está especulando no solo con los terrenos, sino también con el futuro de sus vecinos».
Los residentes de la zona han manifestado su rechazo al plan en numerosas ocasiones, ya que uno de los cambios que se quiere hacer es construir un puente que pase por allí. La construcción estaría situada donde se encuentra el gaztetxe, por lo tanto, la amenaza de desalojo que pesa sobre él en estos momentos es mayor.
En julio de 2005, el Ayuntamiento de Bilbo declaró el edificio en ruinas, hecho que, según los miembros de la gazte asanblada, «fue un ataque por parte del Consistorio para obligar al dueño legítimo del edificio a que acepte su demolición». Los jóvenes opinan que todo esto se hizo con la excusa de construir un puente que aislará al barrio aún más y que traerá problemas de tráfico hasta Olabeaga.
Por su parte, los vecinos de la zona están totalmente en contra del plan y del desalojo del gaztetxe. Sergio Garcia aseguró que los residentes en el barrio nunca les han puesto trabas, ya que «las actividades que hemos realizado en el gaztetxe siempre han sido positivas para el barrio».
El centro social se encuentra en el antiguo edificio Mendiguren de Olabeaga y fue ocupado en 2004. Desde entonces hasta ahora, la gazte asanblada de Olabega ha organizado numerosas actividades culturales en el centro social, como conciertos, comidas populares, carnavales o jornadas de colectivos, entre otras.
Asimismo, la asamblea denunció que lo único que se les ofrecía a los jóvenes de la zona antes de existir el gaztetxe era «estar en la calle, en los bares o la opción de irse a otras zonas de Bilbo» donde «hay ofertas culturales y de ocio acordes a nuestras necesidades». Fue por este motivo por el que decidieron que no podían seguir esperando a las instituciones y que tenían que empezar a organizarse y a crear espacios propios gestionados por ellos mismos.
Además, los jóvenes criticaron que durante años, «Olabeaga ha sido un barrio olvidado y marginado por parte de las instituciones».
