Convertido ya en un habitual del Bilbao Distrito Jazz, el veterano batería Ramón Díaz, uno de los mejores exponentes de este instrumento en el panorama del jazz estatal, se presentó ante una sala rebosante de público con una banda completamente renovada.
Un quinteto formado por jóvenes y talentosos músicos isleños con la única excepción del saxofonista danés Jeppe Rasmussen, habilidoso instrumentista, tanto al tenor como al soprano, que aportó un poderoso dinamismo a la sección melódica. Por su lado, el trompetista Idafe Pérez apuntó buenas maneras con su eficaz fraseo y la pureza de su sonido.
En la sección rítimica, los brillantes punteos al bajo eléctrico de Luismo Valladares, junto al potente ritmo sincopado de Ramón Díaz a la batería, contribuyeron a crear un cálido soporte sonoro para el lucimiento de los vientos.
Pero quien verdaderamente marcó la diferencia fue el Fender Rhodes, siempre elegante y melódico, de José Alberto Medina, cuyos solos fueron los más entonados del concierto. Su incorporación al grupo (hasta el presente Ramón Díaz había prescindido de teclados en sus formaciones) es un verdadero acierto, dadas las posibilidades armónicas y riqueza de ideas que proporciona al quinteto.
El repertorio del concierto repasó los temas del cuarto y último disco de Ramón Díaz: ‘‘Diàleg’’, (diálogo, en castellano, «del que carece este mundo», según palabras del propio músico).
Siguiendo el álbum, asistimos a un concierto de jazz contemporáneo, con abundantes cambios rítmicos, pero dotado siempre de un swing evidente y una decidida vocación melódica.
Además de temas contundentes que remitían al mejor hard-bop de los años 60, en su mayoría obra del propio líder, pudimos escuchar una estupenda balada de aire latino, ‘‘Conversación’’, cosecha de Medina, y como colofón, la emocionante ‘‘Suite canaria’’, una pieza de resonancias folklóricas y excitante recorrido que entusiasmó a los presentes por su potencia y solvente ejecución.
En definitiva, un estimulante diálogo musical para iniciar la 7ª edición del Bilbao Distrito Jazz. -
Javier ASPIAZU