Una mirada a la historia a través de personas anónimas
Manuel Blanco Chivite describe su último libro como «un gran mosaico de géneros y de historias que, bajo una visión satírica, crítica y con algo de humor, transcurre entre 1931 y 2005». Cuatro años después de la aparición de su último libro, el militante antifranquista y escritor donostiarra presenta ahora «De bar en bar hasta llegar al mar».
GASTEIZ
Manuel Blanco Chivite introduce en su nueva obra la figura del «escuchador de historias» para abarcar, por medio de un mosaico de historias y con una visión satírica y crítica, un período de tiempo entre 1931 y la actualidad.«El oficio más viejo del mundo no es el que todo el mundo piensa sino el de escuchador de historias, ya que sin esta figura no existiría la de contador de las mismas», subraya el escritor donostiarra. Chivite parte del bar como lugar simbólico en el que el ambiente ostil y frío de la ciudad se vuelve amable. «Los mismos que se pelean frente a un semáforo seguro que en un bar se cuentan la vida y se echan a llorar uno en el hombro del otro», afirma.
Historias fragmentadas
Han pasado cuatro años desde que Manuel Blanco Chivite publicara su última novela. El autor de la biografía de Manuel Vázquez Montalbán dice que el libro lo ha escrito en año y medio pero que la recopilación, sin embargo, le ha llevado mucho más tiempo. «En esta publicación convergen varios géneros y estilos dice. Se trata de una yuxtaposición de géneros y fragmentos mínimos como solución a la respuesta técnica al libro» comenta, riendo, el editor de la casa madrileña Vosa. «Un arduo trabajo de campo personal», resalta, a su vez, el donostiarra. Diálogos en la barra de un bar, capítulos epistolares, monólogos, minipanfletos, aforismos, pasatiempos e incluso chistes narran «experiencias y vivencias personales de gente cotidiana y normal que vivió aquella época y que no aparece en ningún libro de historia», apunta el autor. Chivite juega con tres narradores que son los que trasladan esas historias fragmentadas. «Como si se tratase de una cámara, alejo y acerco al lector a los diálogos y situaciones con las que potencio el elemento dramático apunta. Son tres narradores con los que creo un juego literario para que el único narrador, al fin y al cabo, se dé la réplica a sí mismo y de esa manera cierre las historias de una manera circular».
Algunos apuntes autobiograficos
J.V.M. GASTEIZA pesar de que durante su encarcelamiento, por ser miembro del FRAP en la época franquista, escribiera “Notas en prisión”, a Chivite las ansias de escribir le surgieron mucho antes de esa publicación, en 1977. «Ya cuando tenía uso de razón, a los 14 años», señala. En “De bar en bar asta llegar al mar” se menciona la represión fascista. Según palabras de su autor, «mi experiencia, inevitablemente, queda de alguna manera patente en el libro pero no se puede trata de una biografía, si bien podríamos hablar de cierto carácter biográfico». Chivite desvela con una anécdota el carácter del libro. «La primera página comienza hablando de mayo del 68, que es cuando murió mi abuela y que fue un acontecimiento más importante par mí que lo que pasó en París, ya que en el Estado español ese año no pasó nada que no hubiera pasado en el 66 o el 67. Ni siquiera menciono que estuve en París. Por otra parte, el grito de guerra de mi abuelo, que era republicano, era ‘me cago en Dios, me cago en Franco’ y para mí fue como si en el 68 en París se hubiera gritado eso».
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