Cuando un cuenco, una jarra o una teja ponen fecha y nombre a la historia
Los hallazgos de más de 20.000 piezas de cerámica en las excavaciones de la catedral de Santa María de Gasteiz son el hilo del que el arqueólogo José Luis Solaun ha ido tirando para tejer una tesis doctoral sobre «La cerámica medieval en el País Vasco». Solaún ha creado un manual de datación que se basa en la investigación de los fragmentos de cerámica hallados en diversos yacimientos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y que abarcan desde el siglo VIII al siglo XIII.
Apartir de ahora la tesis doctoral del arqueólogo José Luis Solaun ayudará a fechar periodos de la historia a otros colegas que hasta el momento no disponían de una guía de estas características en torno a la cerámica que abarca del siglo VIII al siglo XIII. “La cerámica medieval en el País Vasco” es el primer manual de datación que basado en fragmentos cerámicos decodifica la información histórica de esa época. Hasta el momento no existía ninguna publicación de estas características. El volumen, de un total de 400 páginas, desarrollado por José Luis Solaun y con la ayuda del Grupo de Investigación en Arqueología de la Arquitectura de la Universidad de País Vasco, transforma cualquier retazo de arcilla en un indicador cronológico fiable.«Hasta hace bien poco la arqueología ha vivido vinculada a los periodos protohistóricos y el romano y es a partir de la década de los 90 cuando se empieza a valorar la Edad Media explica José Luis Solaun. La cerámica o fragmentos de la misma eran repudiados por los arqueólogos, porque no la veían bonita y no la consideraban una herramienta de datación como pueden ser las monedas. Sin embargo, monedas aparecen más bien pocas y en cambio cerámica aparece a patadas».
Gasteiz, yacimiento madre
La base argumental de la que parte la tesis de Solaun son las excavaciones arqueológicas realizadas en el subsuelo de la catedral de Santa María de Gasteiz. En el año 2000 se recuperaron más de 20.000 fragmentos cerámicos correspondientes a las vasijas y recipientes de barro utilizados por los antepasados hasta bien entrado el siglo XIX. «En la publicación, el yacimiento madre es el de la catedral de Santa María, porque ningún otro abarca tan amplio período de fragmentos que daten desde el siglo VIII hasta el XIX ininterrumpidamente constata el arqueólogo que actualmente se encuentra trabajando en las excavaciones de este mismo templo gótico. Sin embargo, como algún período se quedaba un poco flojo, consideramos oportuno incluir otros yacimientos, algunos de los cuales como el de Salinillas de Buradón o el de Armentia, excavados también por nosotros, y otros nueve más como los de Elorrio, Garai, Maeztu, Karanka, Artziniega, Rivabellosa, Labastida, Estavillo y Tobillas de los que sus arqueólogos nos han cedido los materiales para que investiguemos». Además de servir de guía a aquellos arqueólogos para fechar las cerámicas que hallen a partir de ahora, la publicación también tiene como objetivo mostrar a través de las piezas de arcilla el aspecto social y la forma de vida que existía en la época. Entre las novedades que descubre esta investigación Solaun resume la labor artesanal y funcional de este material y su desarrollo geográfico. Así, en estos herrialdes existieron artesanos especializados y alfareros itinerantes que trabajaban de aldea en aldea, o incluso familias, generalmente las mujeres que elaboraban su propia vajilla doméstica. En el caso de Gasteiz el libro constata barrios de ceramistas, uno de los cuales se situaba en la Plaza de los Fueros, o la temprana presencia de aldeas alfareras en Araba, como es el caso de Ullibarri Olleros. “La cerámica medieval en el País Vasco (siglos VIII-XIII)” es un instrumento valioso, que a buen seguro le será muy útil a más de un estudioso del tema. Sin embargo, la investigación no queda aquí. Según adelanta Solaun, «un compañero está trabajando en otra publicación que abarca la cerámica del siglo XIV hasta el XVIII». Si los descubrimientos de la arqueología han dado más de un vuelco a la interpretación de la historia en más de una ocasión, es probable siga siendo así también en lo sucesivo. -
GASTEIZ
Una tejeria a pie de catedral
Uno de los hallazgos que recoge el libro de José Luis Solaun es el que responde a lo que fuera una tejería al pie de la catedral de Santa María. «Encontramos un horno asociado a una pequeña casita y bastante basura de teja mal cocida explica el arqueólogo. Se trata del negativo de la tejería que estaba a pie de obra del templo fortaleza proyectado por Alfonso VIII en la primera mitad del siglo XIII y lo que fuera la génesis de lo que hoy es la catedral». Alrededor de estos grandes edificios, como iglesias o palacios, Solaun recalca que «pululaban un montón de oficios. Además del de canteros o albañiles, también estaban los campaneros, en el caso de la iglesia, o los tejeros ara construir la cubierta de los templos o palacios». La tejería hallada en el templo gótico data del año 1200-1250, «y fue temporal, creada por tejeros temporales», dice Solaun. En la actualidad la tejería de la catedral se encuentra tapada.
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