DEPORTIVO ALAVES 1
OSASUNA
2
GASTEIZ
Osasuna quitó ayer la razón a un ex rojillo como John Aloisi, que entre semana decía que para el Alavés era mucho mejor enfrentarse a un equipo luchando por Champions antes que hacerlo ante uno que lucha por salvarse de la quema. Yes que, si el equipo rojillo sacó ayer los tres puntos que lo colocan a uno de Madrid y Valencia, fue en un 90% por todos esos extras que estar tan arriba en la clasificación da a un equipo en principio diseñado para otras metas y por todos esos lastres que atenazan al que afronta cada partido con el agua al cuello.Yes que, analizando el choque en su conjunto, quizá los rojillos no fueron tan superiores como lo que marca la clasificación, pero la tabla se hizo notar, y mucho. Porque ahora mismo, el fútbol es precioso para Osasuna. Pese al 0-4 de la pasada semana, se presentó en Gasteiz con una afición volcada y entregada que lo llevó en bolandas, le bastaron dos jugadas a balón parado para sacar provecho de la superioridad táctica sobre el rival y por si fuera poco, un ex rojillo tiró a las nubes el penalti que pudo cambiar el sino del partido, en otra demostración de que el equipo está con el aire de cara, por mucho que de vez en cuando sufra inesperados tropiezos.
Pese a la mejoría de las últimas jornadas, el Alavés está en el otro lado de la moneda y las dimensiones de cada accidente son mucho más dramáticas. Así, el equipo volvió a echarle toda la casta y tuvo a Osasuna contra las cuerdas, especialmente desde que se quedó con diez, pero le faltó ese «algo» que ahora sobra a Osasuna.
El equipo rojillo salió con ganas de resarcirse del varapalo del domingo pasado ante el Getafe. Saltaron mandones los de Aguirre, con el equipo bien puesto y con los automatismos y la confianza de un equipo llamado a otras luchas que se ve entre la elite merecidamente.
Avisó primero Webó a los nueve minutos en un remate a la media vuelta a la salida del córner y ratificó su supremacía en el juego al cuarto de hora en un fallo defensivo del equipo gasteiztarra que ponía fin a la racha de cuatro partidos sin encajar un gol. Costanzo rechazó una falta botada por David López al borde del área y Webó y Milosevic se disputaron entre ellos quién inauguraría el marcador, siendo el más rápido el camerunés.
La respuesta albiazul fue inmediata, en un gran centro de Jandro desde la derecha que dejó solo a Nené ante Elía pero el remate del brasileño sin dejar caer el balón se perdió por poco a la derecha. Ante la mejor colocación y la presión rojilla, al Alavés le resultaba muy difícil conectar con sus bandas, por mucho que Nené y Jandro intercambiaran sus posiciones y así, las opciones no fueron muchas, pero pudo haber empatado el choque si Ayza Gómez hubiera señalado un claro penalti a Aloisi por agarrón dentro de área, o si el propio australiano hubiera estado más vivo en un buen pase interior dentro del área rival.
El ayer titular Jandro tuvo la primera oportunidad nada más comenzar la segunda parte, pero le faltó contundencia en un remate de cabeza prácticamente a bocajarro tras un buen centro de Carpintero.
Respondió pronto Osasuna, en un contragolpe en el que Raúl García demostró su buen golpeo y el balón se envenenó tras golpear en Sarriegi.
Como en la primera parte,tras el aviso llegó la puntilla, otra vez a balón parado. Esta vez la falta estaba mucho más alejada de la portería de Costanzo, Delporte la colgó al área y Milosevic, completamente solo cabeceó el buen servicio del galo sin oposición.
Como tantas veces esta temporada, sin un líder que diera soluciones al equipo desde el banquillo, los albiazules volvieron a recurrir a la épica, pero esta vez el equipo con estrella fue el rival. En el carrusel de cambios, Piterman apostó después de mucho tiempo por Rubén Navarro y el catalán respondió, provocando la jugada que pudo cambiar el signo del partido. Elia la pifió en una mala salida y Navarro, en posición acrobática conectó el balón en dirección a las redes, pero Miguel Flaño se la jugó parando el balón con la mano y le salió bien, pese a su expulsión, ya que John Aloisi, que no había fallado nunca desde los once metros, mandó el balón por encima del larguero.
El golpe moral fue duro para el Alavés, que no obstante, siguió intentándolo ante un Osasuna que apostó por reforzar su defensa y dormir el partido, confiando la labor de proteger el balón a un gran Milosevic y la portería a un Elia especialmente inspirado en tres manos salvadoras ante un activo Rubén Navarro. En los últimos minutos, Ayza Gómez falló al no anular a Bodipo, como previamente sí lo hizo a Georgiev, un gol por claro fuera de juego a y Mendizorrotza soñó con el empate hasta el minuto 97.