MADRID

«Steinlen era el artista de la vida moderna que reclamaba Baudelaire. Se implicó en la realidad que le tocó vivir y tomó partido por los mas desfavorecidos, y fue tan importante que Picasso acudió a París sólo para poder ver su obra», dijo el director general del Instituto de Cultura de la Fundación Mapfre, Pablo Jiménez Burillo.

Y es que esta muestra tiene como objetivo que el visitante pueda desvelar quién fue Steinlen, cuyas imágenes del París de 1900, del famoso barrio de Montmartre, donde vivían los artistas bohemios, de los gatos como símbolo de la libertad, de la vida sórdida y canalla, de la ciudad con su parte alegre y deprimida, y «de las masas humanas», han llegado frescas y como un icono hasta nuestros días. El gran artista de los mendigos y de las prostitutas, como recalcó la comisaria, tuvo un papel decisivo en los artistas de su generación y en la posterior. «El papel difusor y popularizador de la prensa gráfica y el cartel, principales géneros que cultivó, le otorgaron una enorme presencia tanto en la calle como en los círculos artísticos de fin de siglo. Para los artistas españoles, y para Picasso, más concretamente, esta influencia resultó fundamental, pues supuso su primer contacto con las vanguardias», recalcó la comisaria. La exposición consta de cerca 120 obras, que en su mayoría proceden de una colección del Museo du Petit de Ginebra, pero también tiene piezas prestadas por el Museo d'Orsay de París, del Museo de Bellas Artes de Tourcoing, del Museo de Arte e Industria de Oubaix, del Museo de Arte e Historia de Ginebra, el Museo de Bellas Artes de Lausanne y de importantes colecciones particulares. Un recorrido por un París, que desde 1885 pobló sus calles con sus carteles, que siempre criticó «los abusos sociales» de la Belle Epoque y representó su compromiso con los más desfavorecidos.