TEHERAN
El Gobierno estadounidense prepara una ofensiva aérea con la que pretendería bombardear con armas atómicas las plantas nucleares iraníes de la ciudad de Natanz, según un informe de la revista norteamericana “The New Yorker” que saldrá hoy en su edición impresa.Según la publicación, que cita a un ex responsable de los servicios secretos estadounidenses, el presidente Bush y otros funcionarios de la Casa Blanca consideran al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, como un «potencial Adolf Hitler». «Este es el nombre que utilizan», asegura el artículo escrito por el periodista Seymour Hersh. «La Casa Blanca considera que la única manera de resolver el problema es cambiar la estructura de poder en Irán, y esto quiere decir la guerra», indicó a la revista un consejero del Pentágono que mantuvo el anonimato.
Por otro lado, un ex responsable de Defensa afirmó que los preparativos militares se basan en el supuesto de que el mantenimiento de«bombardeos constantes en Irán humillaría a los dirigentes religiosos y llevaría a la población a rebelarse y derrocar al Gobierno», escribió la revista.
En las últimas semanas, Bush ha mantenido encuentros con senadores y miembros de la Cámara de Representantes para explorar las opciones en torno a la crisis nuclear iraní. Washington acusa a Teherán de desarrollar su programa nuclear con fines militares.
Armas nucleares tácticas
La revista contempla que una de las opciones sería la posible utilización de armas nucleares tácticas de destrucción de refugios subterráneos, como las bombas B61-11, para destruir la principal planta de producción nuclear iraní, situada en Natanz, en el centro de Irán. Allí se concentran las principales actividades de enriquecimiento de uranio de Irán.«Esta es una guerra psicológica lanzada por los americanos porque están enfadados y desesperados respecto al programa nuclear iraní», informó el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Hamid Reza Asefi, en su conferencia de prensa semanal, en declaraciones recogidas por el diario israelí “Haaretz”.
«Continuaremos defendiendo nuestro derecho a un programa nuclear, esa es nuestra línea roja. Estamos dispuestos a negociar con cualquier escenario posible», añadió el portavoz de Exteriores.