BARCELONA
Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el informe «Alerta 2006» elaborado por la Escola de Cultura de Pau (ECP) de la Universidad Autónoma de Barcelona. Este informe, según el director de la ECP, Vicent Fisas, ofrece «una mirada transversal del mundo» y una serie de «conclusiones globales y tendencias» que pueden servir de herramienta a la hora de elaborar la política exterior de los estados, pero también para «dar visibilidad a situaciones que están fuera de las cámaras y olvidadas».
En su quinta edición, «Alerta 2006!» emplea un total de 29 indicadores que se agrupan en nueve grandes apartados: conflictos armados, situaciones de tensión y disputas de alto riesgo, procesos de paz, rehabilitación posbélica, crisis humanitarias, desarme, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, desarrollo, y dimensión de género en la construcción de paz.
Según explicó Fisas, en 2005 «se sostiene la tendencia de disminución de conflictos» con respecto a años anteriores, lo que puede considerarse como «una buena noticia», si bien previno de que puede haber «menos conflictos pero muchas víctimas».
Así, a finales de 2005 había un total de 21 conflictos armados 4 menos que en 2004, siendo Africa el continente donde se ha producido una mayor reducción, destacando la resolución de la guerra en el sur de Sudán, que duraba ya 20 años. En Asia, sin embargo, los conflictos parecen estar más estancados, pero se firmó un acuerdo de paz entre el Gobierno indonesio y los rebeldes del GAM en el enclave de Aceh.
Otro de los elementos positivos de 2005, según Fisas, es el aumento del número de procesos de paz hasta el punto de que «en dos de cada tres conflictos hay abiertas negociaciones».
El informe analiza un total de 26 negociaciones 18 en conflictos armados, 6 en conflictos no resueltos y 2 en conflictos que han finalizado. Estas cifras, de acuerdo con el director de la ECP, suponen un claro aumento con respecto a hace una década y ponen de manifiesto que «los conflictos comienzan a negociarse antes que en el pasado y se resuelven antes».
El experto catalán en procesos de paz quiso destacar que hoy en día también hay varios conflictos sin resolver en los que no hay violencia, como pueden ser los de Sahara o Chipre, en los que «no se acaba de llegar a un acuerdo final porque el proceso negociador no acaba de funcionar bien». En este sentido, advirtió de la necesidad de «prestar atención» a estos conflictos, que «podrían volver a generar violencia armada».
En cuanto a los procesos de paz, Fisas resaltó que en lo que va de año hay cinco nuevos procesos de negociación en ciernes, como son los de Chad y Darfur, la negociación sobre el estatus de Kosovo, la situación de Chipre tras una propuesta de Turquía, la propuesta del Gobierno angoleño para la región de Cabinda, e incluso, añadió, se podría incluir al Estado español tras el alto el fuego permanente declarado por ETA.
Desmilitarización
También hay que destacar, según Fisas, que «al término de 2005 había medio millón de actores armados en proceso de reintegración y desmilitarización» gracias en buena medida a los procesos de paz. Estas personas, destacó, suponen «un desafío» para la comunidad internacional y para sus países de origen ya que se les debe prestar apoyo y ofrecer oportunidades de reinserción y educación, entre otras cosas.Estos datos positivos contrastan, según «Alerta 2006!», con el aumento de las situaciones de tensión y disputas de alto riesgo, presentes en 2005 en 56 escenarios, casi la mitad de ellas en Africa. Estas tensiones, según Fisas, suelen estar acompañadas en muchos de los casos por la «pésima gobernabilidad» de estos países.
En 2005 también se produjo un incremento de las crisis alimentarias, aunque las crisis humanitarias experimentaron un leve descenso 43 escenarios de crisis en 2005 frente a 44 escenarios en 2005. Según Fisas, en algunos de los países en que hay problemas alimentarios también se vive una situación de tensión resultado de un antiguo conflicto armado por ejemplo y hay problemas de gobernabilidad que agravan la situación.
A este respecto, el director de Médicos sin Fronteras (MSF) en el Estado español, Rafael Vilasanjuan, denunció que las crisis nutricionales «se van reproduciendo de año en año», en ocasiones agravadas por catástrofes naturales como la plaga de langosta o la sequía, por ejemplo, porque la comunidad internacional «está mal preparada para responder a estas crisis» y porque «las políticas de desarrollo definidas no son adecuadas».
Asimismo, criticó que en las situaciones posbélicas, de las que, dijo, el caso de la República Democrática del Congo (RDC) es un ejemplo muy claro, se están definiendo «políticas a muy alto nivel» que no se adaptan a la realidad sobre el terreno que viven los habitantes con condiciones en muchos casos iguales a las que había durante el conflicto.
Violentas transiciones
A este respecto, «Alerta 2006!» constata que en los países en rehabilitación posbélica y en fase de transición se han registrado unos altos índices de violencia e inseguridad y que cuentan con gobiernos provisionales con poca capacidad de gestión y generalmente con tendencias de marcado interés partidista. Además, en muchos casos, los factores estructurales que llevaron al conflicto no se han abordado. En cuanto a la situación de los Derechos Humanos, el ECP destaca que a finales de 2005 volvió a reabrirse el debate sobre la protección y garantía de los derechos fundamentales en el contexto de la «lucha contra el terrorismo» como uno de los principales retos que afronta la comunidad internacional. Así, considera que la falta de respuesta unánime y las acciones que adoptan algunos gobiernos están provocando una grave amenaza a todo el sistema global de Derechos Humanos.
En este sentido, Fisas destacó que la Unión Europea parece estar ahora más preocupada por la situación de los Derechos Humanos a nivel mundial, ya que en 2004 emitió un total de 18 alertas sobre esta cuestión en distintos lugares del mundo y en 2005 se emitieron un total de 34.
Por último, en cuanto a la dimensión de género en la construcción de paz, la ECP llega a la conclusión de que hay una falta de compromiso internacional a la hora de trasladar la dimensión de género de los discursos a las prácticas. El informe lamenta que la dimensión de género siga quedando reducida al terreno del lenguaje y no de la práctica política, lo que pone de manifiesto que sigue siendo con- siderada una cuestión secundaria. En definitiva, añade la ECP, el género sigue siendo cosa fundamentalmente de mujeres.
El gasto militar recupera el nivel de los años
de la Guerra Fría
En lo referente a la situación en materia de desarme que tenemos actualmente en el planeta, el informe «Alerta 2006!» considera que el panorama es «desolador». No es para menos, ya que la tendencia de los últimos años muestra, según el trabajo realizado por la Escola de Cultura de Pau, un aumento del gasto militar mundial hasta llegar a los mismos niveles que los que se daban durante la llamada Guerra Fría. También aumentaron las exportaciones de armas pese a que no existe una legislación que regule este tipo de comercio. -