DONOSTIA
Eguzki demostró ayer ante la Diputación de Gipuzkoa que el vermicompostaje puede ser una fórmula complementaria al tratamiento de la basura orgánica diaria. La organización ecologista lamentó que la recogida selectiva «impulsada» por el Ayuntamiento de Donostia, la Mancomunidad de San Marcos y la Diputación de Gipuzkoa se esté implantando con lentitud, por lo que consideró necesario plantear nuevas fórmulas para el tratamiento de los residuos. Asimismo, indicó que el PIGRUG contempla la técnica del vermicompostaje, pero añadió que la están aplazando.
Recordó que, aunque la Diputación potenció la utilización de los compostadores muchos ciudadanos no pudieron adquirirlos, y detalló que instalando 1.000 vermicompostadores en Gipuzkoa se lograría que 110 toneladas de materia orgánica anuales no fuesen a parar al vertedero. El coste del aparato no sobrepasa los 150 euros, por lo que aplicarlo en Gipuzkoa requeriría una inversión de 20 millones de euros.
Eguzki también destacó la función pedagógica del aparato en materia de prevención de residuos.
Una pieza de la solución global
La sede de Eguzki ha albergado durante dos años un vermicompostador, por lo que los miembros de esta organización aseguraron que es un método inodoro y que no precisa de mucho espacio, por lo que puede colocarse en balcones, sótanos, terrazas o trasteros. Detallaron que en dos años han convertido 160 kilos de basura orgánica en 50 kilos de humus y líquido fertilizante. El proceso se basa en las lombrices rojas de California, que transforman la materia orgánica excepto carne, pescado y lácteos en humus al pasar por su aparato digestivo.
Partiendo desde su propia experiencia, los miembros de Eguzki aseguraron que vermicompostar «es sencillo, barato, ecológico y rápido», e informaron de que quien quiera adquirir uno de estos aparatos puede hacerlo dirigiéndose a las páginas de internet www.compostadores.com y www.emison.com.