Ratifican la absolución de los ocho jóvenes del chupinazo
La Sección Primera de la Audiencia de Nafarroa ha ratificado la absolución de los ocho jóvenes acusados de participar en un enfrentamiento con policías españoles antes del chupinazo de 2002, y respalda el fallo absolutorio dictado en julio por el Juzgado de lo Penal. Cinco de ellos llegaron a pasar dos meses en prisión por este caso.
IRUÑEA
La Sección Primera de la Audiencia de Nafarroa ha rechazado los recursos que la Fiscalía y la acusación particular presentaron contra la sentencia que en julio absolvió a los ocho jóvenes acusados de «desórdenes públicos y atentado» por los incidentes registrados minutos antes del chupinazo de los Sanfermines de 2002. Agentes de paisano de la Policía española y municipal habían establecido un cerco para impedir que la ikurriña estuviera presente en la Plaza del Ayuntamiento.
Este nuevo fallo respalda el anterior y califica los hechos de «discusión entre los que portaban distintas enseñas de la bandera vasca y pancartas enrolladas en mástiles de madera y metal y los agentes de paisano». Subraya que dichas personas no han sido identificadas y que la grabación que se aportó no puede ser tomado como prueba. «Esa llegada anónima del video de grabación de unos hechos que alteraron el orden público debió llevar no sólo a contrastar la realidad de la misma, dada su procedencia desconocida, sino también a su portación al Juzgado con inmediatez a su recepción o, cuando menos, si se precisaba de la misma para obtener fotografías que llevasen a poder identificar a los autores, a participar ese hecho tan importante al Juzgado, diligencia que se omitió».
Precisamente, el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa argumentó «la validez del vídeo» para presentar el recurso ahora rechazado.
En la sentencia que emitió el 29 de julio, el Juzgado de lo Penal de Iruñea consideró que no estaba probada la presencia de Juan Pablo Montoya, Iker Iñigo, Sergio Iribarren, Carlos Artieda, Gorka Gómez, Imanol Salina, Oiartso Los Arcos y Mikel Zudaire, y que las únicas pruebas aportadas, testimonios policiales, no eran suficientes.
«No existen elementos objetivos, cuales son las pancartas incautadas presuntamente ni las ropas manchadas con pintura rosa a modo de señalización de los agentes, lo cual ni siquiera fue fotografiado, unido a la escasa fuerza del argumento sobre la tardanza en la detención de los acusados», concluye el fallo judicial.
Garzón calificó los hechos de «terrorismo»
GARA
IRUÑEA El caso de estos ocho jóvenes, que en el juicio celebrado en mayo incluso negaron que se encontraran a esa hora en Alde Zaharra, llegó a estar en manos de la Audiencia Nacional por obra del juez Baltasar Garzón, que dictó las órdenes de detención. Cabe recordar cinco de ellos pasaron dos meses en prisión. El entonces titular del Juzgado de Instrucción número 5 calificó la gresca de «terrorismo». Tras hilar los argumentos de la Policía, el magistrado sostuvo en un auto que «la realización de estos hechos, vistos los documentos y carteles incautados, no puede ser ajena a aquella campaña diseñada por ETA y desarrollada por las diferentes estructuras del MLNV, y que produce no sólo situaciones de terror general y graves alteraciones de la paz pública, sino, como en este caso, riesgo para la vida de las personas». Al poco tiempo de emitir este auto, el también juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo echó por tierra la teoría y remitió la causa a la Audiencia de Iruñea al considerar que lo ocurrido «no constituye un delito de terrorismo sino uno de desórdenes públicos
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