GASTEIZ
Velimir Perasovic era un hombre feliz ayer en Atenas tras lograr el pase a la segunda Final Four consecutiva del club, la primera en su cortísima trayectoria como entrenador, aunque ya venció varias como jugador.El técnico baskonista , eufórico, declaró que su equipo jugó «como nunca», pese a tener un gran rival enfrente.«Mis hombres jugaron con corazón y con coraje, algo que siempre ha caracterizado a este equipo. Pero, hoy por ayer se ganó por el coraje y también por la calidad de nuestros jugadores», añadió el técnico croata del Baskonia.
«Hemos defendido muy bien y también hemos sabido aguantar sus avalanchas cuando iban hacia canasta como posesos, pero mi equipo ha ido dominando el rebote, sobre todo al principio del encuentro, aunque luego nos costara un poco más el hacerlo», subrayó Velimir Perasovic, cuya calidad había sido puesta en duda por amplios sectores cuando las cosas no marchaban demasiado bien, pero que sigue acaparando títulos Copa y grandes logros.
Sobre el ambiente vivido en el Pabellón OAKA ateniense, el entrenador del club gasteiztarra dijo que fue «terrible», sobre todo por la enorme presión que ejercieron los seguidores desde el primer momento de la confrontación.
«Aguantamos la presión»
«Pero, yo creo que al final supimos aguantar esa gran presión ambiental, sin hacer una falta tonta en el último tiro a canasta de ellos, hasta el punto de que mi equipo supo jugar ese último minuto final con mucha cabeza», remachó Perasovic.Al que sí le pudo la presión fue al presidente baskonista Josean Kerejeta que, en declaraciones a Radio Vitoria, reconoció que los nervios y la tensión le impidieron seguir las evoluciones del partido en directo y que se refugió en la soledad y el silencio del Fernando Buesa, acudiendo de vez en cuando a la radio y la televisión.
Aunque estaba al corriente de un arbitraje contrario, el presidente baskonista no pudo dar su opinión del choque, pero «lo importante es que nuestro equipo ha hecho otra vez una gran machada y que estamos de nuevo en la final entre cuatro de la Euroliga, por lo que vamos a disfrutar lo de hoy, y luego ya veremos qué es lo que pasa. Pero, hoy es un gran día, porque pocos esperaban que íbamos a estar en Praga».
La afición esperó al equipo en Foronda
Tras la épica griega, varios aficionados gasteiztarras hicieron ayer planes para, aprovechando la jornada festiva de hoy, celebrar el triunfo y acudir a Foronda a recibir a los jugadores, que tenían prevista su llegada para las 7.00 horas.
Petardos, monedas, láser y agua, armas griegas
Al margen de los gritos y sirenas, los aficionados trataron de desestabilizar a los jugadores baskonistas con un petardo lanzado al banquillo en el segundo cuarto, así como lasers en los ojos en los tiros libres.