Victoria Mendoza - Psicoterapeuta
Frente pro derechos humanos
Cuando nos vemos afectados por algún tipo de dificultad, sentimos la necesidad de agruparnos con otros que vivan los mismos problemas, para poder hacer frente y buscar solución a nuestros distintos avatares, por ejemplo, familiares de presos denunciando todo tipo de vejaciones, incluyendo violaciones y suicidios en nuestras cárceles; madres de adolescentes anoréxicas y bulímicas; madres y padres de hijos disminuidos físicos y psíquicos demandando apoyos sociales y educativos; familiares de personas secuestradas, torturadas, violadas, colectivos de inmigrantes, colectivos de gays y lesbianas, grupos feministas, plataformas contra la violencia, contra la pornografía infantil, contra la explotación laboral; grupos contra el narcotráfico y todo tipo de adicciones, por ejemplo ludopatía-internet, alcoholismo, drogadicción; plataformas contra la guerra, el hambre, la contaminación, la corrupción; grupos contra la deuda externa, el saqueo y el robo de nuestras riquezas naturales, contra la invasión, contra el neoliberalismo, la globalización, etcétera...
No hay problemas ni soluciones aisladas, los sistemas políticos y económicos, los caducos y obsoletos sistemas educativos, las malas interpretaciones y manipulaciones de la Iglesia y la religión, el control y corrupción de nuestros gobernantes o políticos, la falta de conciencia social y política, la apatía y desinterés de muchos de nosotros, la falta de acción y de reacción, la falta de sueños, la falta de coordinación entre los movimientos sociales, la falta de inteligencia y creatividad, el derroche económico en armas nucleares, la mala distribución y reparto de nuestras riquezas, el maltrato a la naturaleza y a nuestros recursos y reservas naturales y todo aquello que crea un desequilibrio socio-económico y ecológico en el mundo.
Hace unos 25-30 años algunos de nosotros éramos jóvenes revolucionarios de izquierda luchando a favor del proletariado. Ahora que la lucha de clases pasa a ser una lucha de supervivencia de la clase trabajadora, ahora son los movimientos sociales los que dan una nueva esperanza de búsqueda de equilibrio. Pero para ello, las madres debemos parir hijos con mayor conciencia, debemos hombres y mujeres ser sexos complementarios y no continuar con la lucha de sexos, deberíamos coordinarnos los distintos colectivos y plataformas, y sobre todo, ser más coherentes con la realidad actual; y se me ocurre también que es el momento más oportuno para crear un Frente pro-derechos humanos, que sea la mejor escuela de la vida que podemos ofrecerles a nuestros hijos. -
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