Sobre deslocalizacion y sociedad
Tratamos la cuestión de los intereses empresariales, de la voluntad que mueve a las empresas, como si fuera diferente a la que mueve a cada uno de los individuos que conforman las sociedades en que se radican dichas empresas. ¿Acaso el utilitarismo mercantilista sería posible en un contexto en el que la voluntad de los sujetos no fuera su propio interés? No, en absoluto. No es concebible un contexto ideológico en el que la «deslocalización» de empresas, fuera legítima, sino en el marco de una comunidad en la que, de hecho, se dé una «deslocalización» ideológica individual, una desvinculación de cada individuo respecto del resto de individuos. «Yo» miro mi interés, (económico, moral utilitario,Š) porque es legítimo ideológicamente operar de este modo, dado que la normatividad moral del contexto que «Yo» caracterizo, así lo prescribe. «Yo» quiero un piso de protección oficial para mí, no que todos tengamos derecho a la vivienda como bien básico para el desarrollo de la dignidad humana, «Yo»quiero mi dignidad.
¿Hasta qué punto estamos «deslocalizados» de los recientes acontecimientos de la valla de la vergüenza melillense?
Hemos constituido, todos, un contexto en el que la sociedad se configura en unidades aisladas en pos de la protección de «Mi» interés.
De manera que, ¿a qué tanta sorpresa por lo de Landaben y tantas otras «deslocalizaciones» sucedidas y por suceder?
En todo caso decir, que la dignidad como la identidad, son experiencias estáticas, hechos que suceden ahí fuera, y que en la medida en que uno no proteja la dignidad del otro, carecerá de dignidad absolutamente y en consecuencia su identidad será indigna.
Me pregunto, ¿no será que el tributo que «creemos» habría que pagar no es el que merece la propia dignidad?
Santiago Imanol González - Donostia
Plan 3-R
Ahora que está de moda eso de prometer planes que luego nunca se cumplen, me gustaría proponer el Plan 3-R. Una breve aportación al proceso de resolución del conflicto político vasco:
1- Reconocimiento de Euskal Herria como sujeto político.
2- Referéndum al conjunto de la ciudadanía vasca.
3- Respeto a su decisión libre y democrática.
El plan 3-R no busca fama ni poder, sólo pretende que todos los planes (incluido el plan elegido por la mayoría) puedan ser llevados a la práctica. Sin inje- rencias, agresiones ni amenazas, garantizando el cumplimiento de la voluntad de los vascos en una consulta democrática.
Rosamari Pérez García - Ondarroa
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