REAL SOCIEDAD 1
SEVILLA F.C.
2
DONOSTIA
La Real deberá esperar para asegurarse la permanencia en Primera tras ser superada en el marcador y en el juego por un Sevilla que marcó en cada momento el ritmo que le convenía en el partido, con una velocidad más que los blanquiazules cuando llegaba a los últimos treinta metros y con la habilidad para cortar el juego y pararlo en tareas defensivas con el apoyo de un Rubinos Pérez que perjudicó a los locales. La pena máxima del 0-2 y la expulsión de Aitor son justas, más rigurosa fue la roja de Nihat, aunque se pueda sacar porque el turco tiró una patada sin sentido a Puerta. Pero el arbitraje favoreció al Sevilla con un par de acciones en su área de Javi Navarro sobre Mark González y Morten Skoubo que pudieron ser sancionadas con penalti y, especialmente, con un criterio muy diferente a la hora de repartir las amonestaciones.
Pero la Real no perdió por Rubinos Pérez. Fue superada por el Sevilla en la mayor parte del partido y apenas fue capaz de crear peligro en algunas acciones por banda de Mark González, Xabi Prieto y Gari en el gol.
Pareció el blanquiazul el equipo que jugó 120 minutos el jueves y no el sevillista, que impuso su calidad en el centro del campo y la velocidad de Navas en los últimos metros. Por contra, la Real no tiene nada de velocidad en el centro con Garitano, Novo, Stevanovic y Skoubo. Bakero, que ha aportado cosas muy buenas para la remontada del equipo, también le perjudica al echarle el freno de mano del que hablaba con su empeño en dar oportunidades a sus fichajes en detrimento de jugadores que parecen estar mejor. Y, desde luego, la situación no está, ni ayer estaba, para conceder ninguna ventaja al rival.
Superioridad sevillista
Bakero cambió en su idea de jugar en Anoeta con dos delanteros, pero en lugar de dar continuidad a Mikel Alonso, el mejor de Villarreal para todos, prefirió dar entrada a uno de sus fichajes, Stevanovic. Si ya con Novo el juego realista es lento por la falta de velocidad del cordobés, con otro jugador diesel como el esloveno resulta más previsible aún, al margen de la pérdida a la hora de cubrir campo y en la recuperación de balón con la elección de estos jugadores en detrimento de otros como Mikel Alonso y Gari Uranga.
Bakero se enfadó cuando en la rueda de prensa se le criticó por este cambio y de hecho el Sevilla metió sus dos goles cuando el tolosarra entró en lugar de Stevanovic, pero pocos entendían ayer esta elección y eso provoca que esa decisión sólo se explique en esa diferencia de oportunidades que parecen tener unos y otros. Y esta sensación perjudica a los fichajes. No es normal que recién llegados como Skoubo o Stevanovic recibieran pitos.Porque el once de fuera ha jugado mejor que el de Anoeta. Si el objetivo que se marcaban algunos jugadores durante la semana era marcar un ritmo alto al partido para que el Sevilla acusara el desgaste del jueves, nunca lo consiguieron, mientras que los andaluces pusieron una mayor velocidad a su juego ofensivo gracias a Jesús Navas, que causaba problemas a Garitano con su gran movilidad en la media punta y que fue el que abrió el camino del triunfo a su equipo con un gol en el que combinó su rapidez y su calidad.
La velocidad en la Real la ponían Mark González y Xabi Prieto, que protagonizaron las dos mejores jugadas realistas del primer tiempo. El chileno creó muchos problemas a Dani Alves con su velocidad en el primer tiempo, pero en el segundo no entró en juego. Xabi Prieto participó menos en el primer tiempo y nada en el segundo, entre otras cosas porque tampoco les llegaban muchos balones y cuando los recibían eran objeto de faltas.
En esa dinámica de partido el Sevilla creó la mejor ocasión del primer tiempo en una falta que Escudé envió al poste y en el segundo la movilidad de Jesús Navas y de los jugadores sevillistas más adelantados les permitió sentenciar el encuentro en dos jugadas similares.
En el penalti del 0-2 Aitor fue expulsado y poco después Nihat encontró un severo castigo a una absurda patada. Con nueve Gari se bastó él solo para reivindicar el mayor protagonismo que merecen algunos de los otros con una jugada de casta que fue premiada por la fortuna. Todavía Anoeta soñó con el empate en los últimos compases del partido, en el que los nueve realistas encerraron en su área a los once sevillistas, pero no llegó y eso obliga a ganar, o por lo menos puntuar, el miércoles en Cádiz para no llegar a las dos últimas jornadas con una mayor presión.