Raimundo Fitero
Pasiva
Me duele todo el cuerpo debido a una sesión larga de gimnasia pasiva. Quiero decir gimnasia mental, que nadie me mal interprete. Antes muerto que descompuesto y sudado. Hay que mantener la compostura ante el colesterol y el futuro. Me gustaría ver las contabilidades de las empresas que venden por la tele productos de mantenimiento de los cuerpos como perchas para las tallas disminuidas. A esas horas de la noche, además de los insomnes parapetados tras el mando a distancia y los seguratas en sus garitas, ¿quién puede estar viendo esos anuncios interminables en todas las cadenas? A lo mejor los ordenadores se venden solos o en compañía amorosa. Si está prohibido fumar en los hoteles, ¿es posible que los posmodernos después del polvo se vean los anuncios para mantener los abdominales como si fuesen muñecos de plástico? Ahora bien, si te despiertas pronto por la mañana del domingo y no tienes que poner la guardería catódica en marcha, al moverte verás que vives en un país religioso, católico, que te ofrecen en varios idiomas las misas, que te aleccionan, que dan espacios a otras confesiones para quedar de plurales, y que puedes ser un practicante pasivo. Es decir que he puesto un título, he ido tirando del hilo y llego a la conclusión de que la televisión nos hace pasivos. Porque está claro que hacemos deporte desde el sofá, que somos políticamente pasivos porque todo se representa en nuestro electrodoméstico y nos creemos que viajamos sin mover el culo del sofá de Ikea porque vemos documentales de National Geografic. De alguna manera hemos ganado algo, porque antes viajábamos leyendo a los grandes aventureros, a los creadores de ficciones literarias que tampoco habían movido su trasero de la silla de la biblioteca más cercana. Ahora vemos imágenes, parciales, pero sabemos que existe Fidel Castro, que tiene un amigo que se llama Hugo Chávez, y que se ha unido al trío Evo Morales, ahora en mangas de camisa, mientras en Irán andan jugando con el uranio, y alguien ha orquestado una campaña universal para convencernos de que la energía nuclear es una solución y no un problema. Clases pasivas. -
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