RICOH MANRESA 62
LAGUN ARO
BILBAO 54
BILBO
A estas alturas, no ganar a un equipo endeble como el Ricoh Manresa puede y debe traducirse como incapacidad para mantener la categoría ACB. El conjunto manresano es un desastre, se mire por donde se mire, y sólo la genialidad de Rodney White, que no pinta nada en la ACB, salva al Ricoh del abismo. Lo triste es que ante ese panorama, Lagun Aro Bilbao Basket naufragó en un mar de nervios e impotencia. Combinación que, dicho sea de paso, nunca trae nada bueno.El conjunto bilbaino desperdició una importante ventaja de once puntos (34-45), a falta de dos minutos para el final del tercer cuarto, para caer derrotado ante el Ricoh Manresa por 62-54 en el infierno del Nou Congost. De esta forma, Lagun Aro sigue condenado a sufrir en los tres partidos que le restan para no descender a la LEB.
Lavado de cara
Lagun Aro empezó el partido decidido a romper con la triste imagen que llevaba ofreciendo ante rivales directos en las semanas anteriores.La entrega en defensa era más creíble, enérgica y, por lo tanto, efectiva. En ataque se repitieron lagunas en forma de minutos en los que los hombres de negro no veían aro. El despropósito bilbaino quedaba en nada ante la inoperancia de un Ricoh Manresa que demostró las razones por las que ha estado hundido en la clasificación durante toda la temporada.
El segundo cuarto comenzó con 15-16 en el marcador y continuó por lo estipulado por ambos equipos durante los primeros diez minutos: pérdidas, ataques estériles y más entrega que acierto.
Eso hasta que Lagun Aro aprovechó el grave desatino de los catalanes para marcharse en el marcador. Ocurrió durante cinco minutos del tercer cuarto y comenzó con varios aciertos vizcainos que colocaron a Lagun Aro 30-36 a falta de 8:00 para la finalización del tercer período.
Los errores tomaron las riendas de un partido triste tanto por el juego como por lo que ambas escuadras se jugaban.
Ydel cúmulo de despropósitos nació la esperanza para los bilbainos: a fuerza de triples desde ocho metros de Sasha Stefanovic y tapones de Frederic Weis, Lagun Aro alcanzó los once puntos de ventaja en el luminoso (34-45).
Entre la espada y la pared, el Ricoh supo cual debía de ser su juego para mantener el aliento en la ACB y no sucumbir al averno LEB: darle balones a Rodney White. En apenas dos minutos el alero ex NBA recortó la distancia de Lagun Aro hasta un exiguo 45-47 tras el tercer período.
El menos malo
En el último cuarto, Lagun Aro y Ricoh jugaron a un juego desgraciadamente presente a la altura de competición en la que nos encontramos: dirimir cual de los dos es el menos malo. Al menos, a día de hoy.Y en eso, dramáticamente, fue en lo único que le ganó el Manresa a Lagun Aro. La sequía anotadora fue igual para ambos equipos durante los primeros tres minutos del último cuarto. Fue justo entonces cuando la lógica funcionó para el Ricoh y terminó sepultando las opciones de victoria de los inquilinos de La Casilla.
Lagun Aro era un desaguisado de cuidado: no había rebote defensivo, se fallaban una y otra vez triples en posiciones cómodas, nadie era capaz de parar a Rodney White y Stefanovic caía lesionado. El parcial de los últimos diez minutos lo dice todo:17-7. Pues eso, ganó el menos malo.
I.F.
BILBO
Txus Vidorreta, entrenador de Lagun Aro Bilbao Basket, puso especial énfasis en los múltiples errores cometidos por sus hombres en el último cuarto para explicar la derrota que su equipo sufrió a manos del Ricoh Manresa. «Hemos atacado muy estático, hemos corrido mal y a destiempo y no hemos aprovechado nuestras oportunidades».
En opinión del técnico de Indautxu, el infernal ambiente del Nou Congost y la importancia de lo que estaba en juego motivó el desajuste de sus jugadores. «La tensión nos ha podido y ellos se han aprovechado. Han sabido leer el partido y han actuado como debían hacerlo», afirmó sobre el buen trabajo del Manresa.
Vidorreta también aseguró que Lagun Aro mejoró la imagen ofrecida en los últimos partidos aunque «no fue suficiente para ganar» a un Ricoh Manresa más acertado en los momentos clave.