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PRIMERO DE MAYO
El Primero de Mayo apela a luchar día a día contra la precariedad
·Los sindicatos vascos creen que el momento político permite tomar nuevas iniciativas
Los actos del Primero de Mayo de los sindicatos vascos denunciaron la extensión de la precariedad y el deterioro de las relaciones laborales, tanto en las empresas privadas como en las administraciones públicas, aunque plantearon diferentes respuestas para hacerle frente. Las centrales también destacaron que el nuevo momento político abierto por la iniciativa de ETA ofrece oportunidades para desarrollar nuevas luchas laborales y políticas o para impulsar unidades de acción sindicales.
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GASTEIZ
Manifestaciones y actos repartidos por todo Euskal Herria pusieron de relieve la denuncia de la precariedad, a través de contratos que empeoran las condiciones de los empleados más jóvenes, las mujeres o las personas inmigrantes, la temporalidad, las facilidades para el despido, la inseguridad en el empleo, las dobles escalas salariales, la flexibilidad de horarios y jornadas y situaciones similares que se extienden tanto en las empresas como en la Administración, a través de las privatizaciones de los servicios públicos y las contratas. LAB repartió sus movilizaciones en una veintena de localidades, donde apostó por un modelo social alternativo y por construir «Euskal Herria desde la izquierda», ya que «no estamos dispuestos a seguir en los parámetros del modelo económico y social que se nos ofrece desde Iruñea y Gasteiz», según su secretario general, Rafa Díez. Ainhoa Etxaide, desde Baiona, también recordó la implicación en las movilizaciones contra el Contrato de Primer Empleo, llevadas a cabo en Ipar Euskal Herria durante los últimos meses, y que han frenado un intento de ampliar la precariedad a los más jóvenes. ELA llevó a cabo una manifestación en Bilbo donde, por primera vez, las intervenciones se realizaron antes de comenzar la marcha, denunciando que «miles de jóvenes no tienen salarios en jornada completa de mil euros al mes». Frente a ello, su secretario general, José Elorrieta, demandó «una gran protesta» en Euskal Herria para movilizar a los trabajadores y jóvenes vascos en contra de este modelo laboral y sistema económico», aunque cuestionó que se pueda llevar a cabo una unidad de acción con UGT y CCOO, «que firman reformas laborales». Estas dos centrales llevaron a cabo manifestaciones conjuntas en Bilbo, Donostia y Gasteiz, pero no así en Nafarroa, donde UGTse reunió en Viana, mientras CCOO lo hacía en Iruñea. También denunciaron la precariedad pero, por el contrario, quisieron defender la reforma que firmarán en Madrid la próxima semana y aseguraron que servirá para reducir la temporalidad y aumentar el número de contratos fijos. Asu vez, devolvieron a ELA las críticas, acusando a este sindicato de «enquistarse en batallas». Frente a ello, insistieron en el modelo del «diálogo social», que creen que ELA está tratando de impedir.
Momento político El momento político tras el alto el fuego de ETAfue el otro tema de referencia en las movilizaciones del Primero de Mayo de todas las centrales sindicales. Rafa Díez afirmó que «puede permitir a este país construir un escenario de diálogo, negociación y acuerdo que debe estar pivotado en el respeto a los hombres y mujeres de Euskal Herria», que permita a desarrollar luchas tanto en el terreno sociolaboral como en el político. Reto para el movimiento obrero En este sentido, LABsubrayó el protagonismo que debe tener el movimiento obrero en la apertura de nuevos escenarios democráticos y destacó que este reto del movimiento sindical puede abrir paso a un modelo social alternativo.
ELA, en palabras de Elorrieta, juzgó «absolutamente urgente ir sentando las bases para un acuerdo de minorías entre las fuerzas soberanistas para que no ocurra la operación de ‘cepillado’ que se ha hecho con el Estatuto catalán». Por su parte, CCOO y UGTestimaron que se trata de un momento de esperanza y abogaron por trabajar «para que la paz sea irreversible» y sirva para poder crear una unidad sindical frente a las demandas patronales.
Volkswagen fue el ejemplo del deterioro laboral
IRUÑEA Las denuncias sobre la actitud patronal y sobre el empeoramiento de las condiciones de trabajo adquirieron este Primero de Mayo el nombre propio de Volkswagen-Navarra, donde la multinacional ha anunciado un recorte de producción ante la negativa de los trabajadores a aceptar sus condiciones laborales en la negociación del convenio. Sobre todo en las movilizaciones llevadas a cabo en Nafarroa, las críticas sindicales a la multinacional se unieron a las demandas de planificación industrial al Gobierno de Miguel Sanz. Buena parte de las intervenciones de LAB en Iruñea se refirieron a este conflicto. Su representante en la planta de Landaben, Benito Uterga, aseguró que «la dirección es la responsable» del traslado, decisión tomada con anterioridad al conflicto del convenio. CCOO criticó el alineamiento del Gobierno foral con la dirección en «el desprecio a la plantilla». Aseguró que la postura de la empresa es «negar el derecho a la negociación, es la imposición, es la amenaza y el chantaje, es la presión, es el desprecio a lo más importante que tiene esta fábrica, su plantilla», incidió. Por el contrario, UGT, sindicato que acepta la propuesta de la empresa, apeló al resto de centrales a que sometan la oferta de la dirección a referéndum porque «la multinacional ha dicho ya su última palabra, y, una vez aceptada, «iríamos todos juntos a solicitar la nueva producción y las inversiones necesarias para garantizar el futuro de los próximos 15 años».
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