NUEVA YORK
Cientos de miles de inmigrantes en todo Estados Unidos secundaron ayer la convocatoria de “Un día sin inmigrantes”, convocada por organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes, que protestan por la precaria situación en la que viven unos doce millones de extranjeros sin papeles.
El movimiento de protesta reclama al Congreso una ley migratoria que regularice a todos los trabajadores sin papeles que, de facto, residen en el país y contribuyen en algunos casos con sus impuestos a las arcas federales, estatales y locales, y muchos de los cuales tienes hijos nacidos en el país.
Los inmigrantes quieren demostrar la necesidad que tiene EEUUde la fuerza laboral que suponen millones de personas en sectores clave para la economía como la construcción o la agricultura. Por otra parte, pretenden mostrar el poder que tiene el dinero de estos inmigrantes al boicotear la compra de productos estadounidenses.
Sin embargo, las marchas cuentan con la oposición de grupos de derechas estadounidenses que consideran la protesta una burla a la autoridad, ya que además de cometer un delito al permanecer en el país de forma irregular se manifiestan, por lo que se han polarizado algunas opiniones llegando a reclamar la detención de los ilegales durante las manifestaciones.
La manifestación más concurrida tuvo lugar en Chicago, donde que superó el medio millón de personas, según mostraban las cadenas de televisión estadounidenses. También ha sido multitudinaria la protesta en Nueva York y otras grandes urbes. Los organizadores confían en que los órganos gubernamentales tomen nota y rechacen la criminalización de estos trabajadores sin papeles tal y como pretendía el proyecto de ley de la Cámara de Representantes, rechazada por el Senado.