BILBO

Sería imperdonable volver a repetir los errores de toda la temporada. Cada vez que los rojiblancos han tenido una oportunidad de aliviar su situación en la clasificación, la han desperdiciado y el margen de error se acaba. Sólo hay que recordar como en navidades ante el equipo que visita esta noche San Mamés, se tiró por la borda un 0-2 al descanso.

Esta vez, en cambio, la importancia del partido es mayor. Restan tres jornadas para la conclusión del campeonato y con una renta de tres puntos sobre los puestos de descenso está prohibido fallar. No hay excusas que valgan, la historia del club obliga a los rojiblancos a morir sobre el campo para lograr la victoria.

El Athletic tiene ante sí una inmejorable ocasión para sacar los tres puntos en San Mamés y no puede desaprovecharlo. Si no quiere alargar la agonía hasta el último minuto del último partido, el conjunto que dirige Javier Clemente necesita sacar los tres puntos como sea.

Aunque un triunfo no aseguraría la permanencia matemáticamente haga lo que haga el Alavés ­equipo que ocupa la última posición de descenso­, el perder supondría un paso atrás que aumentaría los nervios de todos los estamentos del club. Jugadores, cuerpo técnico, directiva y afición vivirían las últimas dos jornadas con el corazón en un puño y habría que intentar que no ocurriera eso.

En un principio, el conjunto visitante parece en estos momentos el más asequible de la Liga. Tras la derrota en la final de Copa camina sin pena ni gloria. La UEFA es inalcanzable y la salvación esta asegurada. Sin un objetivo por el que luchar, a los de Víctor Muñoz les falta el acicate necesario para salir concentrados y con tensión al terreno de juego. El calendario ha provocado que el conjunto maño sea uno de los jueces de la Liga y las primas por ganar estarán a la orden del día. Sin embargo, la necesidad, ganas, garra y hambre de victoria del Athletic debe ser mayor que la del Zaragoza para superarles.

Por la Champions

El Athletic sufrió lo suyo para anotarse la victoria y habrá que tenerlo en cuenta esta noche. El Zaragoza no se va a dejar y será necesario poner todo sobre el campo. Continuar en la línea ascendente de juego de las últimas jornadas será indispensable al igual que controlar a la peligrosa pareja de ataque que conforman Ewerthon y Diego Milito.

No se conocen las intenciones de Clemente puesto que ayer entrenaron a puerta cerrada en San Mamés y menos después de que Aduriz se quedara fuera de la convocatoria. Su entrada en el once parecía cantada, pero el entrenador rojiblanco desveló que seguía con molestias en la rodilla tras la entrada que sufrió nada más entrar al campo ante el Betis y que por eso prefirió no contar con él. Etxeberria regresa y entre él y Llorente estará el nombre del acompañante de Urzaiz, aunque con Clemente todo es posible.