El lenguaje y la ideología que encubre me suponen una fuente de inspiración permanente. Lo habrá imaginado ya la lectora, pues no es la primera vez que la emprendo a empellones con las falsas asepsias y la engañosa bondad de los términos.
Estaba en fase de despertar cuando desde el transistor me asaltó la frase maldita. La escuché, la mojé en el café, y les aseguro que me supo amarga.
«Si te sientes maltratada, no guardes silencio, llámanos...» arrancaba la cuña radiofónica de una campaña institucional relativa a la violencia contra las mujeres. Y se me atragantó el sentir. ¿Cómo que si te sientes maltratada? ¿Será el maltrato una sensación como el frío y el calor, un sentimiento, como el amor y la amargura?
De todos es sabido el escaso valor que se concede a las emociones en el modelo de organización social en que nos movemos. Y, aunque no participo de ese desprecio oficial al sentimiento, he de reconocer que la expresión «sentirse maltratada» me hizo, a mi vez, sentir que en la cuña se restaba fuerza y, si me apuran, hasta peso probatorio al abuso sexista. «Si eres maltratada, no guardes silencio...». La fórmula, bien sencilla, habría permitido poner el énfasis en el hecho real: el maltrato a la mujer.
Sin embargo, no es éste el único episodio expresivo que me ha llamado la atención esta semana. En el informe oficial sobre el atentado en el Metro que causó más de medio centenar de muertos, el pasado verano, se cuela otra mención al sentimiento que, en mi opinión, permite pasar de puntillas sobre los hechos. Así, sin poner ni quitar una coma a la actuación policial en aquellos atentados, sin aportar el más mínimo soporte crítico respecto al belicismo británico en Irak, fruto de su alineamiento permanente con EEUU, se cuela un sentimiento. En concreto, se alude al «sentimiento de injusticia de Occidente hacia los musulmanes» que habría alentado a los autores de los ataques, muertos a su vez en las explosiones. ¿No les da en la nariz que, al hablar de ese sentimiento, se trata de convertir en una visión puramente personal luego poco relevante desde el punto de vista del análisis racional lo que, a todas luces es un hecho? Porque, ¿es un sentimiento de injusticia o una injusticia que mueran palestinos porque la UE haya congelado sus ayudas a la ANP?
Dicho y hecho. Toca desenmascarar a cuantos abusan del valor de nuestros sentimientos para hacernos tragar con su sesgada versión de realidad. -