La otra América se impone en la cumbre de la capital austriaca
Organizada por 200 grupos sociales de ambos continentes, la cumbre alternativa a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, América Latina y el Caribe, finalizó ayer con una manifestación por las calles de Viena y con un acto final en el que estuvieron presentes los presidentes de Venezuela y Bolivia, Hugo Chávez y Evo Morales, y el vicepresidente cubano, Carlos Lage. Al fin entre los suyos.
VIENA Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de
Venezuela, Hugo Chávez, y el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, clausuraron
ayer la Cumbre social paralela a la Cumbre de Viena en la que, en medio de vivas al socialismo y críticas a EEUU, Chávez aseguró que están dispuestos a seguir siendo «los chicos malos del imperio» y presentó irónicamente como «eje del mal» a La Habana, Caracas y La Paz.Ante una multitud de miles de personas la Policía impidió el acceso a una pabellón municipal (Stadthalle) abarrotado, Lage puso el desafío revolucionario, Morales reivindicó el carácter genuino «nacido de la lucha social» de la transformación que lidera en Bolivia y Chávez puso la guinda, todo ello en tres discursos interrumpidos por los aplausos. Lage reiteró al auditorio que la de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, América Latina y Caribe fue la verdadera «cumbre alternativa», porque la real, «la de los pueblos», fue la que congregó desde el miércoles a movimientos sociales de ambos continentes. En su discurso, no olvidó mofarse de las sanciones de la Unión Europea a la isla caribeña, recientemente suspendidas. Morales defendió el imperio de la lucha de los movimientos sociales por encima de los partidos, incluida su formación, el Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia. Tras agradecer la ayuda de Cuba «Algunos países mandan a sus tropas para salvar vidas y otros para matar vidas. Es la gran diferencia de un país socialista con un país capitalista como EEUU», el líder aymara afirmó que su intención es cambiar Bolivia «pero en democracia (...) Entiendo a los que quieren cambiar de otra forma», manifestó, pero recordó el consejo que el presidente cubano, Fidel Castro, le hiciera en enero de 2003: «No hagan lo que yo he hecho, hagan lo que ha hecho Hugo Chávez, derrotar al imperialismo en democracia».
Indígenas y hojas de coca
En el auditorio, público de todas las edades, banderines de Cuba y Venezuela y grupos de indígenas ataviados con sus trajes tradicionales. En los pasillos del centro de congresos, tenderetes improvisados con folletos informativos y camisetas de colores con el retrato del Ché, lemas a favor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) del subcomandante Marcos y llamamientos a la libertad de los presos políticos mapuches. En el escenario, los tres dirigentes políticos acompañados de líderes sociales, entre ellos el sindicalista francés José Bové. Este repartió durante el acto a los hojas de coca que mascaron como «símbolo cultural y espiritual para los pueblos indígenas».El presidente venezolano centró la mayoría de su intervención a criticar a EEUU y a advertir que "terminaremos rompiendo el imperio como se rompe el papel y surgirá libre el pueblo de Abraham Lincoln y Luther King (...) Les llegó su sábado, señores cochinos», dijo dirigiéndose a Washington. Chávez advirtió de que se acerca «la cuarta Guerra Mundial incluyó a la Guerra Fría en el catálogo de grandes contiendas debido a que «el imperio americano ha anunciado la guerra preventiva y el terrorismo mundial porque se ha convertido en un estado terrorista y genocida». A pesar de que recordó que en esta guerra «todos estamos en el asado», porque «el imperio no tiene límites en su capacidad de mentir y satanizar a líderes y pueblos», aseguró que Cuba, Bolivia y Venezuela le plantarán cara. Dijo que, después de mucho tiempo, la amenaza estadounidense ha vuelto al Caribe en forma de portaaviones, pero «si el imperio se atreve, le haremos morder el polvo de la derrota en el Caribe y en América Latina».
Declaracion final de la Cumbre Social
VIENA La declaración final de la Cumbre Social arranca con un saludo a «la irrupción de gobiernos transformadores como el de Venezuela y el de Bolivia» y con un rechazo a las políticas neoliberales que busca imponer la UE a los pueblos americanos empobrecidos. La Declaración Final Enlazando Alternativas 2 destaca el crecimiento de la resistencia popular, no sólo en América Latina, sino también en Europa y defiende la creación de un espacio bi-regional de vigilancia, denuncia y lucha contra las transnacionales y «sus arbitrariedades producto de su poder a escala global». Exige la desmilitarización de la lucha contra el narcotráfico y la legalización del cultivo de hoja de coca y sus derivados para usos no narcóticos. Arremete contra la privatización de la comunicación y la información, exige el fin de la presencia militar extranjera en Haití, y condena la impunidad paramilitar en Colombia. Finalmente, saluda el no al Tratado constitucional de la UE de franceses y holandeses y rechaza la privatización de los servicios públicos en la Unión Europea. Anuncian negociaciones entre Brasil y
Bolivia
Tras un encuentro con el presidente brasileño, Lula, Evo Morales reiteró que «no sólo somos vecinos sino aliados» y acusó a ciertos medios de comunicación de «alimentar malentendidos». Brasilia confirmó negociaciones y visitas recíprocas de los líderes de los dos países . -
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