Ion ERRO | Coordinador de Izquierda Unida de Navarra (IUN)
«El enloquecimiento derrotará a UPN; la sociedad ve a Sanz como un chiste»
El líder de IUN ha lanzado fuertes andanadas verbales contra Miguel Sanz en las últimas semanas. Lo hace convencido de que UPN es el problema con mayúscula, sobre todo por la forma en que crea crispación con lo que Erro define como «identidades». Por eso pide que sea el Parlamento y no el Gobierno quien lidere la posición de Nafarroa en el proceso y plantea acuerdos tanto para consolidar la paz como para cambiar el gobierno.
La posición adoptada por UPNante el nuevo escenario abierto en Euskal Herria no deja de sorprender por su virulencia. Ion Erro, líder de IUN, baraja la hipótesis de que Sanz esté siendo usado por el PPcomo «el Pepito Grillo» necesario, y vaticina que ese «enloquecimiento» le llevará a la oposición. A partir de ahí desea «un pacto por la convivencia» entre las distintas «identidades».
¿Se está abriendo ahora en Nafarroa el debate que no se abrió o que se cerró mal hace 25 años?
Es cierto que seguimos debatiendo los mismos elementos: la identidad de la ciudadanía navarra. Desde IUN apostamos por una segunda transición, porque las diferentes identidades estamos condenadas a convivir. Lo que se necesita es que ni desde el poder político (Gobierno de Navarra) ni desde otras instancias se introduzcan elementos de confrontación, de modo que esas identidades diferenciadas dejen de ser prácticamente el único eje de actuación. Se necesita una integra- ción de esa pluralidad, y para eso hacen falta dos cosas: uno, un cambio político, porque está demostrado que UPNno sólo es incapaz de hacer esa integración, sino que es el que crea esa confrontación y división;y dos, incorporar la cultura democrática a la vida política. La exigencia de que serán los navarros los que decidan democrá- ticamente es el eje básico. Sanz está diciendo que es necesario blindar Navarra incluso de los propios navarros. Nosotros confiamos en la ciudadanía navarra. Y además está claro que en un sistema democrático no es necesario blindar nada.
Parece claro que UPN opta por la estrategia de crear alarmismo. ¿Conseguirá su objetivo?
La sociedad navarra es una sociedad madura, lleva muchos años en este sistema democrático y no ha dado ninguna mayoría absoluta hasta ahora. Esa pluralidad, aunque con deficiencias, ha estado representada en el Parlamento. El problema que tenemos es que el Go- bierno de Navarra, con el actual Amejoramiento, tiene un nivel de competencia no muy democrático:léase la reforma del Amejoramiento, el Convenio Económico con el Estado, la Caja de Ahorros de Navarra... son elementos estructurales en los que sólo tiene competencia el Gobierno, saltándose la expresión de la voluntad popular, que es el Parlamento. En estos momentos, incluso el propio proceso de paz lo está desgraciadamente liderando el Gobierno de Navarra, para obstaculizarlo. El enloquecimiento en que ha entrado su presidente haría más lógico que fuera el Parlamento quien pudiera abrir vías de diálogo para apoyar ese proceso a través de la política.Sanz ha ido más lejos que Rajoy o Acebes.
¿Cree que el PP está utilizando a UPN? Hay una evidencia: cuando Rajoy viene a Pamplona es cuando Sanz entra en un discurso más radicalizado. Nos da la sensación de que Rajoy plantea en esa reunión que necesita un Pepito Grillo. Hoy el PP ve que ha perdido la estrategia de la desestabilización, que éste es un tema de Estado en el que debe entrar en una vía de mayor prudencia, y utiliza a Miguel Sanz como socio suyo que es. Pero lo malo es que no sólo usa a UPN, sino al poder que tiene en Navarra, a las instituciones. Ese es un acto de absoluta irresponsabilidad y que vulnera cualquier principio democrático. Sanz actúa como agente electoral del PPen lugar de articular la demanda mayoritaria de la ciudadanía navarra, donde hay una esperanza de estabilizar un escenario de paz definitiva.
¿Qué formato proponen para el diálogo político pendiente? En
la Declaración de Iruñea que acordamos entre IU, IUN y EB se planteó la necesidad de que en esta legislatura haya una mesa de diálogo político en Navarra y otra en la CAV, porque son espacios diferenciados y realidades diferentes. Serían mesas abiertas a toda la representación política, estén o no en el Parlamento. En un diálogo político que pretenda llegar a acuerdos tenemos que estar todos, porque si no quedará cojo. Queremos que se pueda hacer en Navarra este año, siempre y cuando evidentemente el proceso de paz se vaya consolidando. La tarea sería ayudar a consolidarlo y trabajar por la nor- malización política.
¿Y qué pasa si UPNy CDNno están dispuestos a sentarse?
Yo entiendo que la locura es transitoria, que conforme se vayan produciendo los acontecimientos se irán imponiendo algunas dosis de racionalidad. La ciudadanía navarra es sabia, es crítica y sabe colocar a cada uno en su sitio. Si Sanz quiere cavar su ruina política... El PP, como hermano mayor de UPN, irá articulando un proceso de acuerdo, y eso va a obligar a UPN a entrar en otras vías. Va a arrastrarlo a ciertas dosis de búsqueda de acuerdo.
Desde algunas formaciones, abertzales incluso, se propone una mesa navarra como fórmula realista. Pero, ¿es realista que haya un proceso de debate propio, separado del resto de Euskal Herria?
Estamos hablando de normalización política, no de proyectos políticos. Por lo tanto, no confundamos un diálogo en el que podemos llegar a acuerdos entre todos con las posiciones que podemos defender cada uno en un momento determinado. Y hoy es constatable que hay una mayoría en Navarra que apuesta por una entidad diferenciada. Yo creo que hacer dos mesas no vulnera ningún planteamiento de nadie, y los acuerdos que se toman pueden estar más pegados al suelo. Una única mesa supondría, por ejemplo, que la mayoría del Parlamento de Navarra no estaría presente. Otra cosa es que se pueda llegar a plantear una coordinación, porque van a tratar algunos asuntos que son comunes.
Dejando abierta la incógnita sobre la actitud de UPN, ¿es factible un acuerdo entre el resto, desde el PSN a Batasuna, sobre reglas del juego?
Hay experiencias como el manifiesto de las mujeres, que muestra que hay capacidad para llegar a acuerdos de mínimos. Si unificamos criterios en torno a la invalidez de la violencia en la lucha política, que es una condición básica, se pueden articular mecanismos de normalización política sobre el respeto a las posiciones identitarias plurales. O mecanismos para que el proceso de paz se consolide, como la política penitenciaria o la eliminación de las leyes de excepción... Hay elementos que nos podían llevar a acuerdos importantes.
¿Cómo valora el documento presentado por Batasuna, que subraya que aceptará la decisión que tome la ciudadanía navarra en un proceso democrático y reclama otro tanto a UPN y PSN?
Batasuna está en una posición de cierto grado de realismo político. Desde la declaración de Anoeta, donde apuesta por la política como herramienta, los acontecimientos le están conduciendo a eso. Si no se produciría ese discurso, yo creo que se haría fracasar cualquier intento de solución. La valoración es positiva.
Mirando ya a 2007, ¿un gobierno alternativo debe pasar por un acuerdo en torno a estas cuestiones, o pivotará sobre cosas más técnicas?
Desde IUN lo que analizamos es que hay un conflicto identitario, pero fundamentalmente hay un conflicto social. El cambio debe ser un gobierno de izquierdas. Hay elementos estructurales en la política navarra, en materia económica, laboral o industrial, que se deben a un planteamiento ultraliberal en lo económico, conservador en lo político y rea- ccionario en lo social. Eso necesita una alternativa de izquierda, y la izquierda en Navarra es plural. Dentro de la estrategia de la derecha evidentemente está la vulneración de los principios democráticos: no contar con la ciu- dadanía, hacer prevalecer los intereses del capital sobre los sociales... Por eso, la profundización de la democracia es algo necesario también.
¿Qué posición debería tener ese gobierno en el conflicto de Volkswagen, por ejemplo?
Defender el interés general de Navarra, que son sus trabajadores, no las multinacionales. El actual Gobierno de Navarra es una pieza más para vulnerar los derechos de esos trabajadores. Hay que lograr de forma efectiva que esas ayudas a la inversión estén condicionadas a la permanencia de las empresas en el territorio. En otras comunidades eso está regulado.
En 1996 IU fue apoyo externo al tripartito de Otano. Ahora, ¿aspira a gobernar? IUN
estará en un gobierno de izquierdas en Navarra. Para ello se requieren medidas alternativas a las de UPN. Esa es la condición. Si no, habrá otra cosa, pero IUN no estará.
¿Se está trabajando ya esta opción?
Hicimos una propuesta a los partidos de izquierda para articular un documento de mínimos que ilusione. El PSN y Aralar y Batzarre lo rechazaron, porque están en otras estrategias. Fortalecer una vi- sión unitaria nos parece necesario y exigible, para que los ciudadanos sepan qué compromisos hay a la hora de ir a votar. Y esa visión unitaria generaría además una movilización ciudadana para el cambio político.
Viendo los nervios de UPN y los resortes de poder de que dispone, ¿qué se puede esperar en los próximos meses?
Están ya en la estrategia de atemorizar, y utilizarán todos los medios a su alcance. Hemos visto incluso cómo declaraciones de Sanz eran matizadas al día siguiente. Actúa con soberbia y con ceguera política. Podemos esperarnos cualquier cosa, pero su enloquecimiento va a llevar a la oposi- ción a UPN, porque la ciudadanía navarra no le está haciendo caso y ve a Sanz como un chiste. -
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