R.C.D. ESPANYOL 1
REAL SOCIEDAD
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DONOSTIA
Un gol en el minuto 91 de Corominas cuando se mascaba la tragedia en el estadio Olímpico de Montjuic permitió al Espanyol mantenerse en la categoría ante una Real que intentó cumplir con su parte y mantuvo su portería imbatida hasta que apenas faltaban noventa segundos para el final del partido. Una jugada aislada cuando la Real parecía más cerca del gol que el Espanyol permitió salvarse al campeón de Copa y quinto clasificado de la pasada temporada con un sufrimiento que debe hacer reflexionar a todos los realistas de la importancia que tiene mantenerse en Primera División sin sufrir en la última jornada como lo hizo ayer el equipo periquito.
El conjunto guipuzcoano salió a Montjuic a no perder. Dio prioridad al trabajo defensivo con dos pivotes de las características de Garitano y Viafara y Stevanovic como media punta en un 4-2-3-1 ante el que Lotina tuvo dificultades para encontrar la llave para dominar en el centro del campo como en sus anteriores enfrentamientos contra los de Bakero.
La Real demostró con su alineación, su planteamiento y su actitud que salía dispuesta a jugar el partido con la intensidad que requería y consiguió que el Espanyol apenas le inquietara en todo el primer tiempo, en el que sólo pudo marcar en un remate de Sergio Sánchez al larguero tras un corner. Otro cabezazo de Fredson que salió fuera fue lo único reseñable en ataque de un Espanyol que además se quedaba sin su cerebro De la Peña. En los días previos al encuentro manifestó que estaba dispuesto a arriesgar y en el minuto 40 se rompió.
La Real no tuvo ocasiones de gol, pero tampoco las buscó en exceso. Estuvo más centrada en mantener las posiciones para impedir que el Espanyol jugara como le gusta a la contra y se sentía satisfecha con mantener su portería invicta.
Lotina no lo veía nada claro, el empate era igual que la derrota, y optó por retirar a un centrocampista como Fredson que también había salido de una lesión para introducir a Pandiani como segundo delantero junto a Tamudo.
No fueron ellos sino Corominas el que puso en apuros Alberto con dos disparos desde la frontal del área. El primero encontró una buena respuesta de Alberto y el segundo fue repelido por el poste de su portería. A partir de esa acción la Real supo controlar el partido y por un momento parecía que los dos equipos daban por bueno el empate sin goles, que valía al Espanyol hasta que Bodipo marcó el tanto de la victoria.
Angustia en la grada
A partir de ese momento la angustia se apoderó de
Montjuic. Lotina reaccionó tras el gol alavesista con la entrada de un tercer
delantero como Martín Posse en lugar del lateral Sergio Sánchez. El Espanyol se
echó al ataque en busca del gol y pudo marcar en un tercer remate a los postes
de Luis García. Barkero y Nihat tuvieron dos opciones para adelantar a la Real y
parecía que el Espanyol se venía abajo, pero en ese momento un balón lejano
permitió a Corominas quedarse sólo ante Alberto, al que batió de un tiro raso
dejando sin premio el serio trabajo defensivo realista y dando inicio a la
fiesta en la familia espanyolista.