Raimundo Fitero
Mala copia
La otra noche pillé en un canal de parabólica una versión en francés de “Camera café”. Me sorprendió que fuera exactamente el mismo escenario. Es decir el mismo decorado, con los mismos colores, las mismas máquinas, ascensores, puertas y plantas. La misma técnica de enfocar. También me sorprendió que los personajes, a grandes rasgos, eran los mismos. Con otros actores, obviamente, pero representando el mismo tipo de fauna de una colectividad encerrada en unas grandes oficinas. Todo igual, pero la versión que ofrece Tele 5, al menos a mí, me pareció más viva, más implicada, con un reparto bastante más eficaz. Es decir, son todos una copia, una franquicia, pero algunas consiguen mejor sus objetivos.Lo que me parece que no logra acercarse ni siquiera remotamente al original, es la copia de “Matrimonio sin hijos” que estrenó Cuatro la pasada noche de domingo. Es insoportable, porque el reparto no es adecuado, porque los guionistas parece que solamente han traducido, porque han copiado hasta el chalet adosado, el vestuario, los tipos y porque este cúmulo de remedos no funcionan. Mientras que en el original que tantas tardes buenas nos hizo pasar en La 2, uno se sentía cómplice con las idioteces machistas del marido o las frivolidades de la mujer. Hasta con el perro, las hijas y los vecinos. En la versión de ahora, no hay ninguna posibilidad. Yo diría que es una mala copia. Malísima. Una fotocopia desenfocada. Pero ahí la tienen, presentada como novedad. ¿Esperan los responsables de programación que cambie, que nos olvidemos del original, que soportemos estos diálogos tan mal construidos, o tan mal traducidos, acompañados de unas risas enlatadas realmente molestas? Menos mal que no existe posibilidad de dudar. La han colocado a la par que “Aída”, un original, que no se copia de nadie, que ha arrancado con una bella trama: la historia de amor entre la protagonista y el tendero, Chema. Las otras tramas funcionan perfectamente, los guionistas saben colocar el humor en sus dosis justas para que sin dolor nos entren los mensajes, nos divirtamos y entendamos que la vida no es solamente una porción de silicona, ni un motor rugiendo. -
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