DONOSTIA
El Consejo de Administración de la Real se reúne hoy para ratificar a José Mari Bakero como entrenador del primer equipo y para analizar si se olvida de su plan de viabilidad y acepta la petición realizada por el técnico para destinar mucho dinero que no tiene el club para realizar fichajes con los que cubrir las bajas que se van a comunicar esta misma semana. El Consejo era partidario de que Bakero volviera a ocupar el puesto de director deportivo y de contratar un entrenador, él mismo compartió esa conveniencia, pero no ha visto ninguno de su confianza más que Laudrup y tras su negativa a venir prefiere seguir en el banquillo a pesar del riesgo que eso conlleva porque cuando los resultados no acompañan un entrenador debe dejar el club. Algo muy probable en una entidad en la que las expectativas del público están muy por encima de su potencial real.
Resulta difícil de entender que sólo haya un entrenador en el mundo que pueda trabajar en la Real bajo las órdenes de Bakero. Algo falla. Pero el criterio del técnico de Goizueta se impone y, como sucede en estos casos, antes de que se reúna el Consejo ya se ha dado por segura la decisión que deben tomar los consejeros para que a nadie se le ocurra cuestionarla.
Central y pivote defensivo
Además ya saben también que el Consejo debe destinar ya un dinero importante que no ha generado para que Bakero cubra las dos primeras necesidades que ve en la plantilla, que como suele pasar, son las que mejor cubiertas están en el equipo y en la cantera, la del central y la de un pivote defensivo.Mikel González y Ansotegi son jugadores que pueden jugar en Primera, Labaka ha dado un buen nivel en los dos años que lleva en Primera y debe ir a más y Jauregi y Brechet han demostrado un buen nivel que pueden reeditar si trabajan sin problemas en la pretemporada. Para los puestos de pivotes están Garitano, Mikel Alonso, Aranburu, Novo y en la cantera jugadores de buen nivel como Larrea, Markel, Elustondo e incluso Zurutuza.
Pero no sólo se buscan dos jugadores internacionales para esos puestos, dicen que Bakero quiere no menos de cinco fichajes y eso supone hacer un fuerte desembolso que choca con un plan de viabilidad del Consejo que fue defendido por los responsables económicos el 30 de diciembre y que contemplaba rebajar los gastos anuales a 27 millones de euros.
Rebaja en el primer equipo
En esa Junta Iñaki Alkorta e Iñaki Ucin explicaron que la mayor parte de la rebaja en los gastos con respecto a los presupuestos de las últimas temporadas debía venir con una reducción del coste del primer equipo. Aunque la gente se cree que la Real ha tenido una política de austeridad esta temporada, su presupuesto era superior a los 37 millones, once por encima de los ingresos previstos al inicio. En él no se contemplaba destinar 3,6 millones a las incorporaciones y los casi dos de fichas de los cuatro jugadores que llegaron en el mercado invernal sin ingresar nada en ventas ni librarse de ninguna ficha. El Consejo acudió a la Diputación a pedir seis millones de euros a cobrar en poco más de dos años, con un planteamiento que incluía adaptar los ingresos y los gastos a partir del 2007, cuando terminaban los compromisos heredados con contratos y amortizaciones altas como las de Kovacevic, Nihat o Brechet.
Para rebajar esa tendencia de gastar mucho más de lo que se ingresa, el Consejo anunció en esa Junta que la cantera iba a tener una mayor presencia en el primer equipo y que se rebajaría la cantidad que se destina a fichas y a traspasos. Con esa rebaja el Consejo guipuzcoano planteó en su plan de viabilidad ingresar 28 millones y gastar 27 para reducir poco a poco la deuda. Lo contrario de lo que pretende José Mari Bakero.
A falta del cierre de las cuentas, parece evidente que la Real ha ingresado menos y ha gastado más de lo que pensaba esta temporada. También la campaña de ampliación de capital que está en la recta final de la segunda fase va a representar un ingreso mucho menor del esperado. Ahora lo que va a quedar en evidencia es que se ha hecho mucha demagogia con la deuda económica porque los mismos que han precipitado la salida del Consejo de Astiazaran por gastar más de lo que ingresaba son los que van a exigir ahora al de Fuentes que se olvide de su obligación y compromiso de equilibrar gastos e ingresos.
Tras conocer hoy la decisión del Consejo, se prevé que Bakero comunique quizás mañana a los jugadores su idea para el futuro. Quiere hacerlo con reuniones individuales y no se espera que lo haga hoy en un día en el que tras el entrenamiento de las seis en Zubieta está prevista la cena de final de temporada con presencia de equipo, Consejo y empleados.
