Ha hecho su aparición el pulgón en las habas y las acelgas, el que luce el color negro, chupando alegremente nutrientes para ir completando su ciclo vital. Felices las hormigas que aprovechan del pulgón. Infelices las personas que quieren comer la cosecha del campo.
Curioso, pensé, teniendo en cuenta el invierno que hemos pasado, con frío, nieve y más que veinte mañanas con heladas. Siempre había oído que los inviernos largos y duros ayudaban a controlar al pulgón. Pero ciertamente no tengo un claro punto de referencia ya que no sé qué entendían las personas que hacían rodar ese dicho por invierno «duro». Quizá fuesen inviernos mucho más crudos de los que ahora tenemos, aunque el invierno pasado nos pareció duro a las personas acostumbradas a comodidades como la calefacción central. Quizá tache de erróneo un dicho que no lo es.
O puede que los inviernos de antes y ahora sean iguales de duros (en eso insisten algunos equipos de meteorología) pero no he tenido en cuenta la evolución del pulgón que quizá ya sea más resistente a esos inviernos. Sería lógico teniendo en cuenta el dinamismo de los seres vivos. Quizá estoy procurando aplicar una regla empírica fuera de contexto.
De todos modos, veo pulgones en más sitios que mi huerta. Los hay de color más bien verdoso, albergados en las ortigas, de color más bien marrón chupando los brotes nuevos de los saúcos, de color negro en las romazas (vernaulas) y de color grisáceo en flores como la nieve en verano. Y eso, sin reflexionar, me hizo cuestionar otro precepto que había oído: si tengo una planta con pulgón es que la planta está enferma o débil. Sin embargo, tengo unas ortigas preciosas, inmensas, horrorosamente sanas, plagadas de pulgón. El saúco tira hacía arriba y ya luce flores blancas con promesa de fruta. La flor de nieve en verano pasa de año en año ganando territorio a otras plantas. Las vernaulas allí están. Mejor que emplee los convencionalismos con mayor cuidado ya que es posible que no logre interpretar bien el precepto. Será que las plantas más sanas tienen pulgón si aquellas constituyen el alimento o hábitat natural de éstas y están fácilmente accesibles ¿Y serán las plantas más débiles las que sucumban al pulgón al mermar sus capacidades vitales?
Tiemblo. ¿Cuántas veces se malinterpretan unas palabras al sacarlas de contexto y se tacha de erróneo algo que en su debido contexto no lo era? Y no sobre el pulgón precisamente. -