La reunión del Consejo se desarrolló sin ninguna novedad aparente porque las decisiones no las toma el órgano elegido por los accionistas para esa función sino Bakero. Tras conocer que Laudrup no quería venir, ha querido ser entrenador a pesar de ser fichado como director deportivo y eso implica poner fecha de caducidad a su presencia en el club. Su papel como entrenador en nueve partidos tampoco ha sido tan destacado como para justificar semejante riesgo. Su mayor virtud es su capacidad de comunicar y motivar y su gran mérito ha sido recuperar psicológicamente a un grupo muy tocado en un momento crítico. A partir de ahí poco ha demostrado. A nivel de resultados la Real ha ganado tres, ha empatado tres y perdido otros tres. Venció a un Málaga que no ha ganado a casi nadie en la segunda vuelta con ayuda arbitral, a un Racing que ha acabado muy mal con un gol en casi la única ocasión que se creó y a un combinado de suplentes y jugadores del filial del Villarreal. Empató en el Bernabéu en el partido más meritorio, en Cádiz ante un rival que tuvo ocasiones para golear y ante el Celta en un buen primer tiempo y un mal segundo. Sus planteamientos y sus alineaciones han sido bastante discutibles, sobre todo porque es difícil que un club como la Real pueda jugar tan ofensivo, y trasmite la sensación de priorizar en sus planteamientos a sus fichajes en detrimento de los jugadores que se ha encontrado en el club, la peor sensación que puede haber en un vestuario. Si Bakero, además de entrenador, va a ser el que ficha, esto puede ser un problema grave. Si le dan todo lo que pide, habrá una mitad suya y otra que no lo es con el riesgo de crear una división en el vestuario que es una bomba de relojería cuyo riesgo aumenta con la marcha de jugadores que aportan sensatez y unión al colectivo. Porque si los que vienen son mejores no habría problemas, pero también es discutible su capacidad de fichar. Skoubo no parece ser un jugador que por su escasa movilidad sea compatible con Kovacevic ni desborda esa calidad ni competitividad que reclama Bakero para otros. Hasta al propio técnico le parece que Novo no es acreedor de lo que tiene firmado para el futuro, Stevanovic no ha convencido a nadie y no va a ejercer la opción de Viafara. Si su gran mérito es que alguien del club con buenas relaciones con Mark González y los técnicos del Liverpool haya conseguido su cesión tras salir de una lesión para tres meses... -