IRUÑEA
Javier Aguirre se resistió a revelar su nuevo destino en la última rueda de prensa post-partido y con su ironía habitual citó a «sus» periodistas, los que le han «aguantado» durante estos cuatro años, para el viernes donde comunicará oficialmente su marcha junto a Patxi Izco.
El «vasco», visiblemente emocionado, quiso dar las gracias a todos los estamentos del club que han hecho posible «esta maravillosa temporada» de Osasuna. «Han sido cuatro años duros, en los que hemos recibido muchos varapalos, pero el destino nos tenía guardado este precioso final. La dolorosa derrota en la final de la Copa, los franceses que nos robaron la ilusión de jugar en Europa, las seis derrotas consecutivas el año pasado a final de temporada... Han sido situaciones que nos han ayudado a aprender, a madurar, y al final nos ha llegado el premio», manifestaba.
Según el técnico, que comparó esta hazaña con la liga que ganó en México al frente del Pachuca, el equipo llegó tocado al vestuario. «Les he dicho que todo dependía de nosotros, que nos teníamos que olvidar del Sevilla, y en el segundo tiempo todo ha salido a la perfección», se congratuló.
Aguirre se marcha con la cabeza bien alta, dándo otra lección de lo que él ha llamado «síndrome del equipo modesto». ¡Agur Javier!