Salida con los chavales a Port Aventura. ¿Por qué no escribir sobre Spielberg, el rey de la evasión cinematográfica? La idea podría acompañarme por entre las atracciones. ¡Craso error!

Los filmes del Midas de Hollywood han sido considerados una razón pura de entretenimiento. Judío de proyección, el hombre de oro de las taquillas comenzó su carrera rodando accidentes con su tren de juguete, mientras su hermana vendía palomitas a los amiguitos; hasta que ocupó unas oficinas abandonadas en los estudios Universal y tomó por asaltó la sesión de tarde de las salas de cine.

¿Qué harías tú si fueras perseguido por un escualo gigante? La masa se lo piensa antes de zambullirse. Los encuentros en la tercera fase, «¡pi-po-po-po!», promueven la fraternidad intergaláctica de E.T. en mi casa y en todos los hogares terráqueos. Relaciones interplanetarias retomadas en la “Guerra de los mundos”, como disyuntiva ante el exterminio. Ficción que se torna manipulación genética y consumo de unidades ambientales en “Jurassic park”; que en “Inteligencia artificial” despierta sentimientos en la máquina; y que un informe en minoría hunde en la paranoia de la persecución por anticipado, combinando a P. K. Dick con el Acta Patriótica del 11-S en cualquier terminal aeroportuaria.

Acontecimientos en torno a la Segunda Guerra Mundial, 1941 y el Imperio del Sol Naciente. Las trepidantes aventuras de Indiana Jones frustran el interés esotérico nazi. ¿Cuántas vidas vale la propaganda de salvar al soldado Ryan? El punto de mira arbitrario selecciona el exterminio en la lista de Schindler; la evidencia xenófoba se presenta más acerada que en el color púrpura.

Olimpiadas 1972. Deportistas israelíes destrozados y fedayines de Septiembre Negro acribillados. Eramos niños que escrutábamos imágenes en noticiariosŠ Oímos que existía un pueblo árabe palestino masacrado. Tras el holocausto, ni el nacionalismo vasco ni la izquierda radical habían dudado de la justeza de la causa judía por la tierra y el socialismo de kibuts. La acusación palestina se siente en el film: «Vosotros europeos tenéis donde volver». Pero Spielberg no se confunde, es un patriota judío que entresaca los hechos de Munich de la trama de la historia, y reivindica a los activistas del comando ejecutor de la venganza israelí, mientras duda de la efectividad de los métodos de acción-reacción empleados, dado el coste que generan y las nulas soluciones que aportan. La familia y la tierra lo son todo para Spielberg. Así es desde que la tribus descendieran del Ararat. Cuestiones no resueltas que se proyectan como un epitafio sobre la línea del horizonte de las Torres Gemelas. -