La defensa vuelve a solicitar el amparo del Consejo Vasco de la Abogacía
Como ya sucedió al poco de iniciarse este juicio, con motivo de las diligencias previas 75/89, los abogados de la defensa han vuelto a solicitar amparo al Consejo Vasco de la Abogacía, a quien piden también que les oriente sobre cómo actuar ante esta nueva irregularidad. La Sala ha ordenado que el juicio siga sin conocer siquiera si documentos fundamentales del proceso existen o no. Documentos que, además, los letrados necesitan para los interrogatorios.
Iker BIZKARGUENAGA
MADRID
Los abogados de la defensa del sumario 18/98 han vuelto a pedir el amparo del Consejo Vasco de la Abogacía tras la decisión de la Sala de seguir adelante con el juicio a pesar de que pruebas fundamentales del mismo no han sido localizadas. De hecho, como apuntó ayer el letrado Iñigo Iruin, «ni siquiera sabemos si existen».Se trata de toda la información económica, contable y laboral de las empresas que hacían posible la edición de “Egin” referida a los años 1998, 1999 y 2000, información básica para la acusación y que no ha sido incorporada al sumario. En la sesión del martes, Iruin solicitó la suspensión de la vista oral hasta que se localice toda esa documentación, pero el tribunal lo desestimó atendiendo al criterio de la Fiscalía. Ante esta decisión, el abogado formuló ayer la protesta que no pudo presentar la víspera por la celeridad con que la Sala dio por concluída la sesión, y en un extenso alegato censuró a los magistrados el haber hecho «una lectura restrictiva» del artículo 746 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal «ajena a la interpretación constitucional y a la doctrina del Tribunal Supremo». Apuntó que, en su auto, la Sala da por supuesto que los documentos que faltan existen y que están integrados en la causa, cuando «no existen datos al respecto».
«Importantes consecuencias»
«Y sin conocer ese dato la Sala no puede resolver agregó, porque la situación es totalmente distinta si la documentación existe o no». Iruin explicó que, si efectivamente existen, la Sala puede pedir su incorporación al sumario, pero si no se hallan «debe declararla inexistente, y esto tendría unas consecuencias muy importantes en el proceso». No en vano, desaparecerían unas pruebas básicas sobre las que la acusación sostiene las mayores peticiones de cárcel. Por lo tanto, defendió que hasta no conocer si existen o no, no puede seguir la vista.Asimismo, Iruin destacó que los datos «hacen suponer que no existen» ya que, además de no haberse encontrado, los letrados nunca los han tenido en sus manos y no hay ninguna providencia que de fe de su existencia. Más aún, hace año y medio, el Juzgado de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional, a quien el tribunal solicita que busque la documentación antes de la fase pericial, manifestó por escrito que allí «no existe ninguna pieza ni documento perteneciente a este sumario el 18/98». Por ello, ante la posibilidad de que toda esa prueba documental no exista y tras recordarle a la presidenta que en más de una ocasión ha suspendido la vista para encontrar otros documentos, el abogado volvió a solicitar la suspensión. Iñigo Iruin explicó también que hay más testigos enumeró unos cuantos a los que la defensa quiere preguntar sobre esos documentos, y recordó que si testificaran sin la presencia de los mismos, ello supondría «otro motivo de indefensión».
Amparo y orientación
Iruin siguió su exposición anunciando que, ante el cariz que habían tomado los acontecimientos, el mismo martes se habían puesto en contacto con el Consejo Vasco de la Abogacía para pedirle amparo y orientación sobre cómo actuar. Explicó que ese órgano estaba reunido expresamente por ese motivo y pidió que el juicio parara hasta conocer su decisión.La Sala, que se ratificó en la decisión del martes, no les concedió ese plazo pero, tras insistir los letrados y anunciar la posibilidad de adoptar otras medidas «ante esta situación límite», les dio media hora. Tras ese receso, Iruin afirmó que el Consejo Vasco de la Abogacía había solicitado a los letrados entrevistarse con ellos para hacer una valoración y trasladarles su postura, algo que se comprometió a hacer antes del viernes. Murillo ordenó entonces que continuara el juicio, pero Iruin y el resto de los letrados renunciaron a seguir interrogando al administrador judicial de “Egin”, Antonio López, «para no legitimar una situación procesal que no aceptamos». Anunciaron que le interrogarán, como testigo y como perito, cuando comparezca como perito de la Fiscalía.
Ez da lehenengo aldia
I.B.
MADRIL Ez da lehenengo aldia defentsako abokatuek Euskal Abokatuen Kontseiluari babesa eskatzen diotena, gauza bera egin baitzuten urte hasieran ere, 75/89 diligentzietako txosten mordoa eskuratu eta aztertzerik ez zutela ikusi zutenean. Orduan, Nazario Oleaga buru duen erakundeak ez ezik, Araba, Bizkaia eta Gipuzkoako Abokatuen kolegioek ere babesa eskaini zieten abokatuei, eta gauza bera egin zuen Estatuko Abokatuen Kontseiluak. Azken horretako presidenteak eta Oleagak berak bilera izan zuten orduan Ismael Moreno Auzitegi Nazionaleko presidentearekin, eta hark konpromisoa hartu zuen defentsak txosten horiek izango zituztela. La pataleta de una presidenta
desbordada
Cuando tras la intervención de Iñigo Iruin y José María Elosua no tuvo más opción que conceder un receso de media hora, Angela Murillo, totalmente desbordada por los acontecimientos, manifestó que el juicio continuaría también por la tarde los miércoles sólo se habilitan por la mañana. Esto causó la enérgica protesta de los procesados, muchos de los cuales tenían que trabajar hoy, que en vano trató de acallar la presidenta. «Las horas las pongó yo», gritó. Al final, no hubo sesión por la tarde. -
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