BILBO
La ilegalización de Herria Aurrera dejó sin representación municipal a once
mil bilbainos y, para garantizar el respeto de los derechos de esa parte de la
ciudadanía, la plataforma abertzale se reunió con PNV, EA y EB que
conforman el equipo de gobierno y les pidió que garantizasen la
participación de Herria Aurrera tanto en los plenos como en las comisiones
informativas.
La electa Arantza Urkaregi critica que la respuesta siempre ha sido «unánime y negativa», tanto en esta ocasión como en otras posteriores, aunque asegura que «no existe ningún tipo de impedimento legal; al contrario, sólo hace falta voluntad política». El Ayuntamiento, sin embargo, también rechazó una moción contra el apartheid.
Urkaregi acusa a los grupos municipales de aprovechar la ilegalización «para repartirse el pastel» y, como ejemplo de esta actitud, menciona el World Series. Remarca además que la ausencia obligada de la izquierda abertzale en el ámbito municipal «ha hecho desaparecer la oposición real y todo se acuerda antes de llegar al pleno».
En este sentido, denuncia medidas como la prohibición de presentar mociones de carácter político o la imposibilidad de obtener información. «El Ayuntamiento es una fortaleza cerrada donde la información es un privilegio sólo al alcance de los que están dentro», asegura.
Frente a ello, Urkaregi destaca el respaldo que, durante estos tres últimos años, les han brindado diversos agentes sociales y culturales de Bilbo y advierte que «seguiremos trabajando porque no se puede hablar de democracia participativa cuando un sector de la ciu- dadanía ve negado su derecho a participar». -