MONTECARLO

Alonso dominó la carrera prácticamente de principio a fin. Supo que salía desde la pole position la medianoche del sábado, tras la sanción de los comisarios deportivos a Michael Schumacher (Ferrari), que fue enviado al último puesto por parar el coche en la pista en la sesión de clasificación, y tan sólo cedió el mando durante una vuelta, al australiano Mark Webber (Williams), cuando se paró a repostar por primera vez. La ventaja de Alonso sobre su perseguidor, el finlandés Kimi Raikkonen (Mclaren), no había superado el segundo y tres décimas cuando en la vuelta 48, de las 76 de que consta la carrera, el tercer clasificado, Mark Webber, rompió el motor de su coche en la subida de la avenida Ostende y obligó a neutralizar la carrera.

Alonso y Raikkonen se detuvieron a la vez para realizar el último repostaje y ambos tardaron 23.5 segundos, pero una vuelta después la carrera quedó sentenciada cuando, con la carrera neutralizada, se rompió el motor del coche de un piloto finlandés que confiaba en poder superar al español.

Una vez liberada la carrera Alonso contaba con cerca de 15 segundos de ventaja sobre Montoya y bajó tanto su ritmo que eso permitió a Michael Schumacher y a Giancarlo Fisichella (Renault) recuperar la vuelta de ventaja que les había cogido a mitad de carrera.

Coulthard subió al podio con la capa de Supermán, cuya nueva película patrocinaba su coche, y tras recibir los premios no hubo la tradicional ceremonia del champán, en señal de duelo por el fallecimiento el viernes de Edouard Michelin, ya que la marca de neumáticos que lleva su apellido equipaba a los tres primeros clasificados.

Michael Schumacher, «estupefacto» por su sanción

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Michael Schumacher (Ferrari) declaró tras la carrera que todavía estaban estupefactos por la dureza de la sanción. El alemán fue relegado a la última plaza de la parrilla por haber parado «deliberadamente el coche en medio de la pista» cuando había marcado el mejor tiempo y, por detrás, Fernando Alonso venía mejorándolo, lo que le impidió materializarlo.

«Estamos estupefactos de la dureza de la decisión de los comisarios. Puedo comprender que desde fuera las cosas puedan parecer un poco extrañas, pero si no tienen toda la información es difícil dar un juicio sensato». Algo que negó Max Mosley, el presidente de la FIA: «Teniendo la telemetría, todas las imágenes de televisión, habiendo escuchado al piloto todo lo que quiso decir... no creo que se pueda decir que no hay evidencias».

«Me disgusta haber estropeado la vuelta de Fernando Alonso, no era mi intención hacerlo, en aquel momento no sabía dónde estaba porque no me lo habían comunicado por radio», continuó Schumacher

«Estoy contento de haber remontado hasta el quinto puesto después de haber salido desde la calle de boxes, pero no puedo negar la desilusión por todo lo que ha ocurrido, sobre todo después de la prestación de hoy ­ayer­», comentó Schumacher.

Mosley, pese a todo, afirmó que «es ir demasiado lejos el decir que es un tramposo, hay que tomar las cosas en su contexto, en la tensión del momento por mantener el primer puesto de la formación de salida, en el que tienes que decidir en una fracción de segundo», añadió.