Acusan a CCOO y UGT de ejercer un sindicalismo que legitima los recortes
ELA, ESK y STEE-EILAS criticaron ayer la reforma de las pensiones pactada en Madrid y aseguraron que se enmarca dentro del diálogo social que «está apuntalando el empeoramiento de las condiciones laborales y de vida». Además, auguraron un proceso permanente contra los logros del estado del bienestar.
BILBO
ELA, ESK y STEE-EILAS denunciaron ayer en Bilbo el pacto para la reforma de las pensiones suscrito por el Gobierno español, las patronales y CCOO y UGT por considerar que supone un recorte de las mismas y «un empeoramiento claro y notorio» de la situación actual. Censuraron que el acuerdo aumenta el período de cotización que da derecho a una pensión contributiva, recorta las posibilidades de acceder al contrato de relevo o jubilación parcial, empeora las pensiones de incapacidad permanente y de viudedad, al exigir más requisitos, y fomenta que las personas sigan trabajando después de los 65 años . Enmarcaron el pacto en «un proceso de reforma permanente, sin fin» que va erosionando el estado del bienestar y no corrige el reparto de la riqueza, «tan asimétrico» entre empresarios y trabajadores. Así, auguraron que a esta reforma le seguirán otras que irán recortando los derechos laborales. A su juicio, quienes participan en estos acuerdos entienden que es necesario reducir el gasto social para no poner en peligro el equilibrio financiero de la Seguridad Social, algo que «no avala la realidad». Recordaron que los superávits de la Seguridad Social «son permanentes y muy altos», criticaron que las previsiones que auguran una crisis del sistema para dentro de 15 ó 20 años las realizan las mismas entidades que hace años vaticinaban la crisis financiera de la Seguridad Social para la década actual y que «pese a no haber acertado, siguen marcando las líneas de la política de pensiones», y denunciaron que esta estrategia de recorte «está al servicio de intereses económicos y financieros que promueven las pensiones privadas en detrimento de lo público».
Cobertura
ELA, ESK y STEE-EILAS enmarcaron esta reforma dentro del proceso de diálogo social, que «viene apuntalando el empeoramiento de las condiciones de vida y de trabajo». Consideraron que ese proceso supone «un recorte de los derechos laborales y sociales, una mejora de las posiciones del poder empresarial y el aumento de sus beneficios» y acusaron a CCOO y UGT de dar cobertura a «un modelo de acompañamiento que contribuye al avance de las políticas neoliberales».Los sindicatos vascos abogaron por un sistema público de pensiones que no recorte las cotizaciones de los empresarios, destine los superávit de la Seguridad Social a un fondo de reserva, «sin desviarlos», y no deje en manos de la banca el diag- nóstico futuro de las pensiones, ya que «tiene interés en los fondos privados de pensiones».
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