BARCELONA
Los partidos catalanes completaron la primera jornada de la campaña del referéndum del Estatut con una lluvia de actos políticos.
PSC y CiU confrontaron ayer posiciones sobre cómo aplicar la mejora de la financiación que esperan que la Generalitat obtenga si se aprueba el nuevo Estatut y, así, mientras el PSC desea destinar la mitad del incremento a políticas sociales, CiU aboga por suprimir impuestos como el de sucesiones y donaciones.
Por su parte, ERC mostró su deseo de renegociar los aspectos del proyecto de Estatut aprobado en el Parlament el pasado 30 de setiembre si triunfa el «no» el día 18, e ICV-EUiA puso reivindicó que el texto catalán como «heredero» de la lucha antifranquista.
Mariano Rajoy, en la primera de sus seis visita previstas a Catalunya, pidió el «no» como castigo y para «llevarse por delante» al tripartito catalán y al presidente Zapatero.