Tercera etapa:
Ispaster-Gatzaga, de 190,9 kilómetros.Características: Seis altos: Itziar (3ª, km. 33,3), Meagas (3ª, km. 56,2), Mandubia (3ª, km. 90,5), Gatzaga (2ª, kms. 149,2 y meta) y Unzilla (3ª, km. 176,5).
Clasificación de la etapa:
1. Aaron Villegas (Orbea)4.58.26
2. Koldo Gil (Saunier Duval)m.t.
3. David Herrero (Euskaltel-Euskadi)a 38
4. AndreaTonti (Acqua)m.t.
5. Peio Arreitunandia (Barloworld)a 41
6. Rodrigo García (Kaiku)a 52
7. Amets Txurruka (Barloworld)m.t.
8. Jaume Rovira (Andalucía)a 54
9. Alberto Fernández (Saunier)a 57
10. Rinaldo Nocentini (Acqua)m.t.
Incidencias:
Siete abandonos.
BILBO
El alto de Gatzaga acogió ayer el punto y final de una etapa que resultó espectacular en su desarrollo y, sobre todo, en su desenlace. Koldo Gil demostró ser el corredor más fuerte de la Euskal Bizikleta. Pero no ganó la etapa. El de Burlata confirmó que se trata de un campeón en todos los sentidos.Aaron Villegas realizó una soberbia etapa y el triunfo era suyo. Sin embargo, un sobrado Gil dio alcance al de Orbea a falta de 200 metros.A pesar de que se jugaba la carrera, el líder ralentizó la marcha y alentó al alicantino para que cruzara primero la línea de meta. El ciclismo no pasa por su mejor momento.Vive un ciclo agónico, igual que Villegas ayer en los dos últimos kilómetros. Gestos como el de ayer de Koldo Gil son los que pueden levantar a este deporte que se retuerce, igual que Villegas en las últimas rampas. Hay que volver a enganchar a los aficionados y gestos como el de ayer son un impulso muy necesario para no olvidar que estamos ante un bello deporte, recordado por grandes gestas y hazañas, leyendas de sacrificio y momentos como el de ayer que arrastran a los aficionados a las cunetas.
El ciclismo está en estado crítico. En la salida de Ispaster, el público era escaso.El ambiente lo calentaban los corredores, la caravana de la organización y de los equipos, los periodistas que iban y venían en busca de la entrevista precisa y los invitados por la organización, todo bajo una infraestructura de primera, eso sí. Un espectáculo huérfano, sin embargo.
Es la realidad de un deporte que se estrangula, que se diluye sin remedio desde el escándalo de Festina en 1998.
Sacrificio naranja
Su salvación pasa por ofrecer espectáculo, y la Euskal Bizikleta ha sido una gran exhibición de ciclismo hasta ahora, y ayer fue la guinda. El Euskaltel-Euskadi tiene buena parte de culpa y se puede decir que ayer salvó la carrera ante la sangre fría del Saunier Duval.Una fuga de 43 corredores enMandubia puso patas arriba la vuelta. En un momento, acumularon hasta cinco minutos de ventaja.La alarma sonó en el pelotón y Euskaltel-Euskadi asumió su responsabilidad y evitó el desastre.
El equipo vasco sudó tinta. Comunidad Valenciana y Würth habían metido a cinco y cuatro corredores, respectivamente. La diferencia caía con cuentagotas y en el primer paso por Gatzaga se mantenía en cuatro minutos. La carrera parecía perdida y el esfuerzo naranja baldío. Gerrikagoitia, valiente, sacrificó a Samuel y también Herrero dio algún relevo. La apuesta era Zubeldia.
Pecharromán atacó por delante y formó una avanzadilla junto a Osa, Kvachuk, Bru y Villegas. El de Orbea, valiente, se la jugó a 20 de meta. A Euskaltel se le acababan los efectivos y por Unzilla su retraso era de 2.40. La jugada le salió perfecta a Saunier Duval, reaccionó al final y recortó la ventaja.
Villegas gozaba de casi dos minutos antes de afrontar la subida final. Pero Gil despegó los dorsales a todos y comenzó a devorar metros frente a un Villegas que sufría, alentado desde el coche por un Odriozola al que se le iba la vida.
Sólo el líder superó a Villegas, para regular después y esperar a que el alicantino lograra una merecida victoria para un Orbea muy protagonista.Herrero perdió 38’ y Zubeldia 1.01, y Arreitunandia, Rodrigo García, un sorprendente Txurruka yGalparsoro mantuvieron el tipo. El Würth sí perdió la carrera puesto que Etxebarria llegó a 1.52 y Beloki se dejó 12.36.