DONOSTIA
Juanan Larrañaga manifestó ayer en su presentación como director del fútbol base de la Real para la próximas cuatro temporadas que «nuestro reto es que el trabajo que hagamos sirva para que los jugadores lleguen al primer equipo y sean competitivos, que la gente trabaje bien y esté preparada para ascender cada peldaño».Larrañaga comenzará a trabajar el 1 de julio en su vuelta a la Real desde que abandonó el primer equipo en 1994 tras alcanzar los 589 partidos en competición oficial. El primero, el del debut, lo jugó el 16 de enero de 1980 en un partido de Copa.
El azpeitiarra estará acompañado en la dirección del fútbol base por Mikel Sanjuan, que será el responsable de fútbol externo relación con los clubes convenidos, fútbol escolar y captación y por Julen Masach, que será el encargado de la preparación física de la base.
Para Larrañaga, que cumplirá 48 años en julio y que tras dejar el fútbol en activo ha ejercido de comentarista en ETB, de entrenador del Berio y que también ha trabajado en el fútbol base, no ha resultado complicado aceptar la oferta porque «si has estado en un club como éste durante muchos años y en este momento piden tu colaboración, me siento a gusto y halagado de que se hayan fijado en mí e intentaremos que el trabajo que hagamos entre todos sirva para que la Real esté arriba con gente de casa».
El consejero responsable del área deportiva, Jesús Zamora, señalaba que con su incorporación se cumple con su idea «de separar el fútbol profesional del fútbol base. Pero va a haber unión entre los dos. La separación de funciones y de trabajo es fundamental, pero tiene que haber unión en el trabajo del día a día entre las dos facetas».
Larrañaga manifestaba su sintonía con Bakero: «He hablado con José Mari y me gusta trabajar con él. Somos hombres de fútbol, tenemos ideas parecidas y sí hay feeling. Estaremos en total comunicación con él todos los que formamos el fútbol base. Yo soy la cabeza visible, pero el trabajo será de muchos».
Sobre el conflicto del fútbol guipuzcoano, Larrañaga dijo que aún no tiene información de primera mano, pero «la Real está en buenas manos. Veremos hasta donde llegamos. Sería bueno para todos llegar a un acuerdo». Preguntado por el Sanse, que entra dentro de su responsabilidad, señaló que «ojalá ascienda y a partir de ahí se valorarán cosas».
Desaparece el segundo filial
La presentación de Larrañaga sirvió para confirmar que al final de temporada desaparece el segundo filial realista que tan buenos resultados ha tenido y motivado en los dos años en los que se aprovechó la plaza de EHU-UPV para dar la oportunidad de jugar el año pasado en Preferente y tras el ascenso en Tercera a juveniles de último año y seniors de primero antes de pasar al Sanse. Ese paso intermedio ha fortalecido al filial, que el pasado año estuvo a punto de entrar al play-off y éste lo ha bordado con medio equipo que procedía de la UPVy del juvenil. Es una necesidad y más si sube el Sanse a Segunda, pero los responsables de la Real han decidido eliminarlo alegando motivos deportivos, pero por razones económicas. Cuando no se ahorra gran cosa porque en el Sanse pocos juveniles y seniors de primer año podrán jugar y sus fichas habrá que pagarlas igual cuando sean cedidos. Los clubes con canteras fuertes Barcelona, Madrid, Athletic y Atlético tienen un segundo filial en Tercera.Para justificar esta decisión, Zamora dijo que «los técnicos entienden y nosotros avalamos lo que ellos nos dicen, que para la estructura del club quizás no necesitamos ese equipo y podemos trabajar perfectamente con los jugadores haciendo el salto del juvenil al Sanse. Son razones deportivas, evidentemente también económicas, pero sobre todo deportivas».
Resulta difícil de entender que técnicos que conocen el proceso de formación en la Real digan que el segundo filial no es necesario. También el Consejo ya anunció que iba a eliminar el infantil txiki a final de temporada y más equipos después dentro de su modelo de fútbol base que amenaza con producir una escisión importante. El tiempo dictará sentencia a todas estas decisiones. En los últimos dos años había desaparecido el riesgo de fugas de Gipuzkoa, han subido siete jugadores al primer equipo y el Sanse ha estado a un gran nivel. Veremos qué pasa desde ahora.