Brote de Legionella en Iruñea
El número de afectados asciende a 61, sin que aún se conozca el foco de la infección
Después de que anteayer se registraran trece personas infectadas con la bacteria denominada leginella pneumophilla, ayer el Departamento de Salud del Gobierno de Nafarroa dio a conocer la existencia de otros 48 casos. Los ingresados en distintos centros sanitarios de la capital son ya 31, aunque el caso más grave es el de una mujer de 64 años que tuvo que ser ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Nafarroa. Técnicos de sanidad inspeccionaron nueve torres de refrigeración de la zona donde pudo surgir el brote y cerraron cuatro de ellos.
IRUÑEA
Un total de 61 personas han sido ya infectadas por el brote de legionella que se detectó anteayer en el Segundo Ensanche de la capital navarra. De todas ellas, son 31 las personas que permanecen hospitalizadas en diferentes centros sanitarios de Nafarroa: veinte en el Hospital de Nafarroa, nueve en el Hospital Virgen del Camino y otras dos en la Clínica Universitaria, pero el caso más grave, sin duda, es el de una mujer de 64 años de edad que ha tenido que ser ingresada en la UCI del Hospital de Nafarroa. Este brote de neumonía comunitaria (puesto que no ha sido contraído en hospitales ni centros sanitarios, sino en viviendas o en la misma calle), afectó, en un primer momento, a trece personas. Tras las primeras investigaciones, los técnicos del Departamento de Sanidad dedujeron que éstas guardaban una estrecha relación con la zona denominada Segundo Ensanche de Iruñea, cercana a Alde Zaharra: ocho son vecinos de la misma, uno trabaja en la zona, tres realizan allí varias actividades de ocio y el último es un distribuidor que visita el Ensanche habitualmente. A última hora del viernes sólo nueve permane- cían ingresados, ya que dos fueron dados de alta y otros dos, tras ser tratados en ambulatorios, fueron enviados a casa con los debidos antibióticos. Las autoridades sanitarias y conocedores de la infección lanzaron, durante todo el día del viernes, constantes mensajes que apelaban a la tranquilidad, eso sí, recordando en todo momento que, si tenemos en cuenta que el periodo de incubación de la bacteria oscila entre siete y diez días, todavía puede aparecer «algún caso más» de personas afectadas. Tras conocer esos primeros datos y la zona donde previsiblemente pudo surgir el brote de legionella pneumophilla, siete técnicos del departamento navarro de Salud comenzaron a inspeccionar inmediatamente las treinta torres de refrigeración de las que se tenía constancia que se encuentran en el Segundo Ensanche, ya que, tal y como recordó la consejera de Salud del Gobierno de Nafarroa, María Kutz, la legionella se encuentra habitualmente en el agua, y cuando encuentra condiciones favorables puede multiplicarse rápidamente. Además, apuntó que las instalaciones, que al igual que las torres de refrigeración emiten aerosoles (vapor de agua), son las que las bacterias pueden usar para viajar y llegar hasta las personas. Todas estas instalaciones estaban situadas en nueve edificios, pero además de éstos, los técnicos tomaron muestras también de las torres correspondientes a otros dos edificios que se encuentran en los alrededores: el de El Corte Inglés y el de la Caja de Ahorros de Navarra. Asimismo, procedieron al cierre preventivo de varias fuentes públicas del Segundo Ensanche; más concretamente las situadas en las plazas Blanca de Navarra, Merindades, Conde Rodezno, Príncipe de Viana y jardines del parque de la Media Luna. Finalmente, se concluyó que cuatro de esas torres de refrigeración contenían el antígeno de la legionella positivo, por lo que se procedió a su cierre inmediato. Las cuatro instalacciones situadas en tres edificios distintos de la zona Sanidad no ha facilitado cuáles son esos inmuebles permanecerán cerradas, según advierte una nota enviada por el Gobierno de Nafarroa, hasta que se realice «un estudio posterior que determine qué responsabilidad pueden tener con el brote». Además, tras un reconocimiento de la zona, realizado con helicóptero en busca de más torres de refrigeración que no estuvieran declaradas, los técnicos encontraron otras ocho instalaciones de este tipo. Los técnicos realizaron durante el día de ayer el análisis correspondiente a estas torres.
Se desconoce el origen exacto
El director general del Departamento de Salud de Nafarroa, Pablo Aldaz, señaló, sin embargo, que «todavía es prematuro» establecer el origen exacto del brote de la legionella hasta no saber con exactitud dónde se encuentra la bacteria específica de los 61 casos registrados. De todos modos, precisó que los análisis realizados en Iruñea durante estos últimos dos días serán enviados al Instituto de Toxicología de Majadahonda (Madrid), para que sean convalidados, por lo que todavía tendrán que pasar varios días hasta que se pueda confirmar con exactitud todos los extremos relacionados con el origen del brote de legionella.
Recomendaciones
Mientras tanto, las autoridades sanitarias navarras señalan que todavía puede surgir otro caso, aunque «lo previsible, en principio, es que tienda a decrecer el número de afectados». Así hacen especial hincapié en que «no hay ningún riesgo de beber agua de la red pública, y tampoco de las fuentes públicas». Recordaron que estamos ante una «infección pulmonar causada por la bacteria legionella que se manifiesta como una neumonía», y recomendaron, al respecto, que las personas que sientan los síntomas de este brote fiebre alta de 40 grados o más, tos y expectoración (tos con sangre), dolor en el pecho y neumonía, acudan a los centros de urgencias extrahospitalarios ubicados en Burlata y en Iruñea. Del mismo modo, la consejera de Salud de Nafarroa descartó que se tengan que tomar medidas extraordinarias, como desalojar viviendas, ya que, según dijo, «los técnicos de Salud Pública ya han tomado las medidas técnicas necesarias en estos casos».
El aire acondicionado
Según destacaron los técnicos, los aparatos de aire acondicionado caseros no son instalaciones que representen un riesgo para la proliferación de la legionella, ya que estos aparatos funcionan de forma diferente a las torres de refrigeración de aire acondicionado que normalmente se suelen colocar en edificios muy grandes y de muchas plantas. Recordaron, al respecto, que mientras los aparatos de aire acondicionado tienen circuitos de aire, los aparatos industriales necesitan agua además de eso, ya que ésta tiene una mayor capacidad de enfriamiento. Es por eso que las torres sí generan aerosoles. Apuntaron, finalmente, que para que aumente la concentración de legionella deben darse unas condiciones muy concretas: que el agua esté estancada y a una temperatura de entre 20 y 45 grados, y que haya corrosión y nutrientes.
Casos más graves y evolución de los pacientes ingresados
IRUÑEA
De las 31 personas que todavía permanecen ingresadas en
los hospitales iruindarras de Virgen del Camino, Hospital de Nafarroa y Clínica
Universitaria, el caso más grave es el de una mujer de 64 años de edad que tuvo
que ser ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Nafarroa.
Por su parte, el jefe del servicio de urgencias del
Hospital de Nafarroa, Mariano Martínez, coincidió con la consejerade Salud del
Gobierno de Nafarroa, María Kutz, al destacar que la evolución de las 61
personas ingresadas por ese brote es «positiva», e incidir en que las
expectativas de curación son elevadas en la práctica totalidad de los casos.
Los primeros trece infectados de legionella pneumophilla
han sido personas de edades comprendidas entre los 41 y 80 años, pero tras los
48 nuevos casos dados a conocer ayer, el margen se amplía hasta los 95 años.
También hay que destacar, tal y como lo hicieron el
viernes los responsables sanitarios navarros, que los primeros afectados no
tenían una enfermedad de base como suele ocurrir en los casos en que el contagio
se da en el ámbito hospitalario. Sin embargo, acerca de los nuevos casos no hay
datos que constaten o no dichas enfermedades tales como una bronquitis crónica o
una insuficiencia cardiaca avanzada.
El director general del Departamento de Salud del
Gobierno de Nafarroa, Pablo Aldaz, señaló que, mientras no se constate que algún
infectado tiene alguna enfermedad de este tipo, «el antibiótico suele ir muy
bien». Sin embargo, apuntó que si realmente existe ese «problema», «las
consecuencias pueden ser fatales».
Más prevención
La Asociación El Defensor del Paciente (ADEPA) ha pedido
al Ministerio español de Sanidad y a las comunidades autónomas un endurecimiento
de la legislación para evitar infecciones como la del brote de legionella
detectado en el II Ensanche de Iruñea. Insta también a las autoridades
sanitarias a que hagan cumplir la legislación actual para prevenir epidemias y
considera que algunas comunidades autónomas no inspeccionan como deberían los
lugares públicos donde se puede formar la bacteria.
Adepa considera que se debería prohibir la instalación
de torres de refrigeración en zonas muy pobladas, hospitales o residencias de
ancianos, y aboga por sustituirlos por otros sistemas como los condensadores de
aire.
Adepa ya ha pedido en diversas ocasiones un cambio
normativo al respecto, y tras lo ocurrido en Iruñea, ahora piden también un
plazo para que se retiren las torres de refrigeración más antiguas o aquellas
que estén ubicadas en lugares inapropiados.
Colapso en los servicios de urgencias de Iruñea
IRUÑEA Las habituales situaciones de colapso en los servicios de urgencias de los hospitales de la red pública de Iruñea se han visto multiplicadas durante estos días a causa del brote de legionella, lo que ha provocado la indignación de numerosos pacientes y familiares debido a la falta de recursos y a esperas que se prolongaron incluso durante ocho horas. Así, a las 11 de la noche del viernes, una mujer con la cara magullada y un fuerte dolor en el pecho, provocado por la paliza que le dio un hombre, se quejaba de que llevaba ocho horas en Urgencias del Hospital de Nafarroa y todavía no había sido atendida. Otro paciente de 85 años, que había acudido a las 5.30, no fue ingresado hasta la 1.30 de la madrugada, tras esperar ocho horas a que le hicieran unos análisis. La ausencia de suficientes salas hizo que los enfermos fuesen dejados por los pasillos o que en una pequeña sala fuesen introducidos hasta ocho pacientes, muchos de los cuales se quejaban de la falta de recursos para atenderles.
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