BARAKALDO
A mediodía de ayer medio centenar de personas protagonizaron una concentración frente al Palacio de Justicia de Barakaldo, al objeto de denunciar la violencia contra las mujeres y en solidaridad con la familia de María Idoia Barba, la última mujer a manos de su esposo en Euskal Herria.La iniciativa se desarrolló a iniciativa de Argitan y contó también con la participación de la plataforma Berri-Otxoak y otroa agentes políticos y sociales de Barakaldo. Precisamente Berri-Otxoak exigió responsabilidades al Ayuntamiento, «por su nefasta gestión en materia de vivienda y ayudas sociales que castiga a los sectores más desfavorecidos».
Durante el año 2005 un total de 446 mujeres pasaron por el centro Argitan y de éstas, el 8,8%, es decir, un total de 40, declararon haber sufrido malos tratos o agresiones sexuales por parte de sus parejas o ex parejas. Por lo que se refiere al primer semestre de 2006 un total de 20 mujeres, en este caso, el 16,5% de quienes se han dirigido y han sido atendidas en Argitan han declarado haber sufrido malos tratos.
A juicio de Argitan, «el aumento se debe a una mayor concienciación de las mujeres y de la sociedad en general, habiendo dejado de ser la violencia sexista un problema privado, para pasar a ser de la esfera pública».
En este sentido, recuerda esta asociación que cada día entran en los juzgados del territorio de la CAV catorce casos de violencia de género, de los cuales once son agresiones a mujeres. En cualquier caso, Argitan cifra en un 30% el porcentaje de mujeres que sufren violencia por parte de sus parejas y lo denuncia.
La precariedad, el paro
Argitan reiteró ayer en una nota de prensa su llamamiento a las mujeres «a denunciar para superar estas situaciones, aunque para resolverlas son necesarias medidas integrales, tanto jurídicas como educativas, sociales y sanitarias».En la nota de prensa hecha pública ayer, este colectivo aludió asimismo «a las situaciones que muchas mujeres y sus familias viven en Barakaldo por falta de recursos económicos, con trabajos en precario, con problemas de vivienda digna. Mujeres como María Idoia Barba viven, además, otro tipo de violencia; la violencia de la precariedad, el paro y la pobreza».
A modo de resumen de las líneas de trabajo a adoptar por parte de este centro asesor, Argitan considera que la violencia que viven las mujeres «es consecuencia del papel de subordinación y discriminación que vivimos en esta sociedad» y exige a las instituciones poner en marcha medidas «que garanticen la seguridad de las mujeres», como casas de acogida, servicios de urgencia, juzgados de guardia, prestaciones económicas de urgencia o guarderías, entre otras.
Asimismo, Argitan anima a todas las mujeres «a reaccionar contra la violencia, contra la desigualdad que nos convierte a las mujeres en ciudadanas de segunda categoría», así como a «mostrar nuestra solidaridad con las mujeres que sufren maltrato» y también a movilizarse de manera activa contra cualquier tipo de violencia sexista.
«La política social lleva a la desesperación de
los vecinos»
La plataforma Berri-Otxoak señaló ayer que la familia a la que pertenecía María Idoia Barba había entablado negociaciones con los responsables municipales de Bienestar Social para su posible realojo habitaban una vivienda fuera de ordenación o, en su defecto, una indemnización, una vez que se procediera al desalojo y derribo del inmueble en que residían. Esto lleva a la plataforma a criticar la política social «que sólo lleva a la desesperación de los vecinos». -