La llave del poder checo, en manos de los Verdes
El conservador Partido Democrático Ciudadano (ODS) se proclamó vencedor de las legislativas en la República Checa, a poca distancia de la gobernante Socialdemocracia (CSSD), con un resultado aún más ajustado del que habían augurado los sondeos a pie de urna. La bisagra es de los Verdes.
PRAGA
Con un 95% del escrutinio, el ODS obtendría 82 diputados, 74 el Partido Socialdemócrata (CSSD), el Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSCM) 25, la Unión Democristiana (KDU-CSL) 11 y el Partido Verde (SZ) 8. Con una participación electoral del 65%, frente al 58% registrado hace cuatro años, los resultados han situado como claras vencedoras a las dos formaciones mayoritarias, socialdemócratas y conservadores, ya que en ninguna de las tres convocatorias electorales anteriores dos partidos superaron el umbral del 30%.Sin embargo, no se han despejado las dudas sobre la futura gobernabilidad del país, que sigue abocado a alianzas impredecibles, como la actual, integrada por socialdemócratas, democristianos y la Unión por la Libertad (US-DEU), y que ha supuesto la pérdida de todos sus escaños para la formación liberal, encabezada por el ministro de Justicia, Pavel Nemec. Quizás por ello, los representantes de la gobernante KDU-CSL, que han participado en casi todas las alianzas gubernamentales de esta joven república centroeuropea, fueron ayer muy renuentes a manifestar sus preferencias para el próximo Ejecutivo de Praga. La polarización de la campaña ha favorecido al actual primer ministro, el socialdemócrata Jiri Paroubek, y al líder conservador, Mirek Topolanek, eclipsando al resto, según el líder comunista, Vojtech Filip. Los malos resultados del KSCM, que perdió casi seis puntos con respecto a 2002, llevaron a su vicepresidente y europarlamentario, Miroslav Ransdorf, a declarar que «es necesario introducir un nuevo estilo de política». El potencial parlamentario de los comunistas es reducido, ya que resulta un aliado inviable para casi todos, excepto los socialdemócratas, aunque para ellos está vigente la prohibición de forjar con ellos una coalición gubernamental. De formar una alianza, sería mediante un apoyo tácito, y a riesgo de incomodar a importantes representantes socialdemócratas como el ministro de Hacienda, Bohuslav Sobotka. La entrada de los Verdes en la cámara es la otra novedad. Su falta de definición en muchas áreas y la retórica anticomunista de su líder Bursik los convierte en un socio flexible para una alianza de centroderecha.
|
