- El Ciudad Real acaba segundo
La derrota baja a Portland a la tercera posición
CIUDAD REAL 28 PORTLAND 25
Ciudad Real: Sterbik, Pajovic (1), Davis (2), Dzomba (4), Metlicic (2), Entrerríos (5), Dinart siete inicial, Fis (1), Kallman (4), Stefansson (5, 1p.), Uríos (1), Jacobsen (3), y Rutenka. Portland San Antonio: Svensson, Rocas (4), Boesen (2), Carvajal (3), Ortigosa (4), Lubej (3), Ballic (4) siete inicial, Kasper (ps), Lozano (2), Ruesga, Juancho Pérez (1) y Jorgensen (2). Arbitros: Bretón León y Huelin Trillos. Excluyeron con dos minutos a Uríos (2), Dinart y Pajovic, por el Ciudad Real; y a Jorgensen, Lozano, Carvajal y Juancho Pérez, por el Portland. Parciales: 3-2, 4-5, 4-7, 7-8, 10-9, 14-12 (descanso), 15-13, 18-15, 21-17, 23-19, 25-21, 28-25. Incidencias: Algo más de 4.000 espectadores en el Quijote Arena.
CIUDAD REAL
El peor golaverage de Portland tras perder por tres de diferencia en su visita al Ciudad Real trajo consigo que los navarros ocupen finalmente la tercera posición en la clasificación liguera, mientras que los manchegos ascendieron a la segunda plaza.Los albiazules se pusieron por delante en los primeros compases del choque, pero las numerosas bajas de los de Zupo Ekisoain y la mayor profundidad de banquillo de los locales terminó por imponerse en beneficio del Ciudad Real, auténtica bestia negra de los navarros, a los que derrotó claramente en la Copa de Europa, les eliminó en la Copa y ayer superó en la Liga. Cada uno de los equipos jugó sus respectivas bazas, ya que mientras los manchegos intentaron controlar el juego interior de los antonianos, Portland puso todo su empeño desde el lanzamiento exterior. Cuando ya todo estaba decidido el Barcelona se imponía cómodamente en Almería, los jugadores se quitaron la presión de las escasas opciones de hacerse con la Liga y se dedicaron a desarrollar un balonmano más de cara a la galería.
El Barça, campeón El Barcelona logró su decimoséptimo título liguero el primero del técnico azulgrana Xesco Espar, tras vencer con rotundidad al Keymare Almería (27-34), después de dos años sin que consiguiera imponerse en la competición de la regularidad y de un sólo entorchado en el último lustro.
Entre las claves del triunfo final catalán hay que señalar la efectividad en la portería y la dosificación del equipo con las rotaciones defensa-ataque en casi todas las líneas, lo que ha permitido un equilibrio en los sistemas de juego.
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