KABUL
La tragedia no conoce pausas en Afganistán, donde este fin de semana han muerto unas 50 personas en varios atentados y enfrentamientos armados y ayer se produjo un ataque suicida al paso de los vehículos del gobernador de Kandahar y de tropas canadienses.Tres civiles afganos murieron, además del kamikaze, y al menos doce personas resultaron heridas en un atentado suicida contra el gobernador de Kandahar (sur de Afganistán), Asadullah Khalid, «figura clave en la lucha contra los talibán», según dijo su portavoz. Cerca del lugar se encontraban dos vehículos de las tropas canadienses, según informaron fuerzas de la coalición ocupante encabezada por EEUU, lo que hace pensar que también podrían haber sido objetivo del kamikaze.
Con este ataque, el fin de semana afgano terminaba con un resultado de 45 muertos, 39 insurgentes y 6 civiles, la mayoría en una serie de sucesos registrados el viernes.
El gobernador Khalid viajaba en su vehículo camino de su oficina en el centro de Kandahar cuando un kamikaze hizo detonar los explosivos a 100 metros de distancia de su coche. El portavoz del gobernador, Davoud Ahmedi, señaló que «a las nueve de la mañana un atacante suicida, que viajaba en un vehículo 4x4, intentó atentar contra el gobernador de Kandahar cuando éste se dirigía a su oficina». Ahmedi explicó que «tres civiles resultaron muertos y al menos doce resultaron heridos», pero que el gobernador resultó ileso.
El portavoz de las fuerzas ocupantes, Chris Miller, señaló que «la explosión provocó daños a dos vehículos de las tropas canadienses» que se encontraban en la zona y agregó «no hay ninguna baja» entre los soldados.
El gobernador de Kandahar se mostró muy crítico con las fuerzas paquistaníes recientemente, a las que culpa de muchos de los ataques talibán en Afganistán.Khalid es un joven político que inició su carrera luchando contra los soviéticos durante la invasión de Afganistán y que durante la guerra civil fue comandante muyahidín.
Afganistán ha visto un fuerte incremento de la violencia en los últimos meses. Sólo en mayo más de 350 personas murieron y en lo que va de año se han registrado más de 1.000 víctimas, la mayoría en el sur del país. Casi todos los fallecidos eran supuestos talibán, aunque más de un centenar han sido civiles, policías o soldados, según las agencias internacionales.
Durante los últimos meses, los talibán han incrementado de forma muy considerable su actividad en Afganistán con ataques suicidas contra el Ejército Nacional Afgano (creado por la fuerza ocupante) y la coalición liderada por EEUU. Aseguran que cuentan en sus filas con cientos de personas dispuestas a morir en ataques suicidas, mientras que las autoridades gubernamentales afirman que son entrenados en los campos rebeldes de Pakistán.