TUTERA
Más de medio millar de personas secundó ayer la marcha que la Asamblea Antipolígono convoca cada año para exigir el desmantelamiento del perímetro que el Estado español emplea para las prácticas militares. Con la edición de ayer suman ya diecinueve años desde que dieran comienzo las protestas, en una de las cuales falleció la donostiarra Gladys del Estal a disparos de la Guardia Civil y que como cada año volvió a ser rememorada en la edición de ayer. Sobre las 12.00 del mediodía partió la marcha desde Los Aguilares, con más de medio millar de personas que ondeaban todo tipo de banderas, en su mayoría con reivindicaciones ecologistas. Incluso una charanga acompañó y amenizó la movilización que, como cada año, finaliza frente al cuartel militar construido dentro del parque natural de las Bardenas.
Mientras que varios patroles y un helicóptero de la Guardia Civil hacían acto de presencia alrededor de la marcha, la protesta llegó hasta la alambrada de seguridad del cuartel militar, en el que los guardia civiles ya se encontraban desplegados sobre todo el perímetro de la instalación militar, grabando incluso por vídeo a los marchistas.
En 2.008 finaliza el contrato
La portavoz de la Asamblea Antipolígono, Milagros Rubio, fue la que tomó la palabra una vez culminada la marcha. Rubio, que se expresó tanto en euskara como en castellano, constató que un polígonode tiro para uso bélico no es compatible con la condición de parque natural de las Bardenas, y exigió nuevamente el desmantelamiento de la zona militar. Un polígono al que, en principio, se le rescinde el contrato de uso en 2008.
Una comida popular en la Virgen del Yugo puso el colofón a la jornada.