Los civiles, víctimas de la ocupación
Los civiles iraquíes no han sentido el «alivio» mostrado por el presidente de EEUU, George W. Bush, y por sus aliados europeos tras la muerte de al Zarqawi. Ayer mismo, dos niños morían bajo fuego británico en un enfrentamiento en Amarah, sur de Irak. Más al norte, miles de familias huyen de Ramadi, objetivo de una inminente ofensiva estadounidense. «¿Cuál es el pretexto ahora para atacar la ciudad?. Al Zarqawi está muerto», se desgañita un vecino.
BAGDAD
Al menos dos niños murieron y un tercero resultó herido en un operativo protagonizado por el Ejército británico en Amarah, en el sur de Irak.
Siempre según la versión oficial británica, a primera hora de la mañana de ayer tuvo lugar un enfrentamiento entre hombres armados, presumiblemente milicianos chiítas del movimiento al-Sadr el Ejército de El Mehdi y policías iraquíes colaboracionistas.
El Ejército británico intervino y confirmó la muerte de cinco iraquíes aunque rehusó confirmar si se trataba de civiles.
Más al norte, al oeste de Bagdad, miles de familias huyen de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, por temor a una nueva ofensiva estadounidense contra la ciudad, corazón de la resistencia sunita.
La Organización de la Media Luna Roja de Irak en Falujah ha contabilizado más de 5.000 familias refugiadas en la vecina ciudad, escenario también de crueles ofensivas del Ejército ocupante.
1.500 soldados estadounidenses destacados en Kuwait han llegado a la provincia.
«La vida en Ramadi se ha convertido en algo parecido a un infierno», narró por teléfono desde Falujah Abdel Salam, profesor de la Universidad de Al Anbar.
«¿Cuál es el pretexto que esgrimen ahora para atacar la ciudad?. Al Zarqawi, al que usaban como excusa para lanzar ofensivas contra varias ciudades iraquíes,está muerto», señaló Mohamed Karim, empleado iraquí. Una pregunta cuya respuesta ya conoce.
Amenaza de la sección de Al Qaeda-Irak
GARA
ESTRASBURGO «Los miembros del Consejo de la Shura (consultivo) de la Organización Al Qaeda en Mesopotamia se reunieron inmediatamente tras el martirio del emir Abu Musab al Zarqawi y decidieron de forma unánime continuar la yihad (guerra santa)», señala el comunicado colgado en internet por la organización armada. En el escrito, la sección iraquí de Al Qaeda renueva su lealtad al líder de la red, Osama Bin Laden, que «estará contento con las operaciones que sus soldados llevarán a cabo en Irak». Una referencia, en todo caso, que tiene lugar tras la muerte de Al Zarqawi, criticado por los principales líderes de Al Qaeda tanto por sus métodos indiscriminados como por sus objetivos, la población chiíta. «Estamos preparando operaciones feroces, en cooperación con otros grupos que dejarán estupefacto al enemigo».
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