Irán echó por la borda su buen trabajo
MEXICO 3 IRAN 1
GASTEIZ
La selección iraní, que había tenido atenazada a México durante 75 minutos, echó su buena labor por la borda en apenas tres, con un error doble bien aprovechado por Zinha y Bravo que sirvió a la selección americana para dedicar el triunfo al portero Oswaldo Sánchez, que jugó conmocionado por la reciente muerte de su padre. El emotivo abrazo en el que se fundieron todos los jugadores mexicanos estaba doblemente justificado, además de por la dedicatoria, por el peso que se quitaron de encima en el último cuarto de hora gracias a los regalos de los asiáticos.Y es que, hasta ese fatídico minuto 76, la selección iraní venía evidenciando que el tiempo de las cenicientas en el Mundial ya ha terminado. La globalización y la europeización del fútbol ha cargado de argumentos tácticos a casi todas las selecciones presentes en Alemania y, de la mano del técnico croata Branko Ivankovic y de sus internacionales en la Bundesliga, Irán maniató a una selección mexicana que, como muchas otras, carece de ese organizador o ese dinamizador que genere peligro. Así, México tuvo que esperar a una jugada a balón parado a la media hora para adelantarse gracias a una jugada estudiada culminada por Bravo, no sin antes llevarse dos grandes sustos de Hashemian con un balonazo y un cabezazo a bocajarro. El tanto en contra no amilanó a los iraníes, que tuvieron la fortuna de empatar rápido gracias a que el veterano Golmohammadi aprovechó un barullo dentro del área tras un córner seis minutos después. Brankovic parecía dar por bueno el punto, pasó a jugar con cinco defensas y la angustia azteca crecía por momentos. Primero porque los cambios de Lavolpe no daban con la manera de cambiar el pausado ritmo de partido que quiso darle Irán y poco después porque perdió a su máximo goleador Borgetti por un tirón muscular. Sin embargo, la especulación ayer se quedó sin premio, por un doble error del portero y un central, que permitieron a Zinha meter un buen pase interior con el que Bravo hizo el 2-1. El golpe fue duro para Irán, que había visto tan cerca el punto y Zinha decidió de cabeza.
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