Fueron cientos los vecinos de toda Erribera los que durante el día de ayer abarrotaron las calles de Castejon. Todos los desplazados hasta el lugar pudieron disfrutar de multitud de actos y espectáculos para todos los gustos, como una feria agroalimentaria, una concentración de dantzaris de diferentes escuelas riberas o una exhibición que corrió a cargo de la escuela local de jotas.

A pesar de que el día grande del evento fuese el de ayer, el programa del Erribera Eguna arrancó el viernes anterior con un concierto de órgano y canto gregoriano a cargo de la coral de Ablitas. El sábado, los actos fueron mucho más numerosos y atrajeron a gran cantidad de gente. Así, a primera hora de la tarde fue la pelota, tanto en la modalidad de cesta punta como en la de mano, la que cogió el protagonismo de la mano de las escuelas de Cabanillas, Cadreita, Cortes, Fitero, Fustiñana, Murchante y Fontellas. Ese festival pelotazale dejó paso a un pasacalles, una cena popular, el zezensuzko, y la música.

Aunque a más de uno se le alargara el sábado más de la cuenta, el día grande amaneció pronto, y para las 9.00 las dianas y pasacalles comenzaron a recorrer las calles de Castejon.

A las 11.00 quedó inaugurada la feria de productos agroalimentarios en la plaza ubicada ante el Museo de la villa ferroviaria. En ella los asistentes pudieron disfrutar, probar y comprar productos tan variados como embutidos, barquillos de todos los gustos posibles, chocolates con todo tipo de tropiezos, pastas y galletas de los sabores más variados, alpargatas, queso de Erronkari, y un largo etcétera.

Tratándose de una localidad tan ligada al oficio ferroviario, no podían faltar los trenes de vapor en miniatura que pasearon a los más pequeños de una lado a otro de la plaza. Asimismo, un día en el que los termómetros rondaban los treinta grados, el típico «torico de fuego» se convirtió en «torico de agua».

Mientras algunos de los más jóvenes riberos disfrutaban corriendo delante de las astas del toro de agua, montándose en las locomotoras de vapor en miniatura e intentando hacerse con los regalos de las bombas japonesas, otros exprimían sus gargantas al máximo. Los alumnos de la escuela de jotas de Castejon realizaron en la casa de cultura local un magnífico recital, dedicado a sus padres, madres y abuelos, en el que pusieron todo su empeño y sentimiento, y dejaron bien claras sus dotes para esta práctica tan arraigada en Nafarroa.

Momento para el Recuerdo

Tras los bailes que se ganaron los aplausos e incluso risas de los espectadores ­sobre todo el «plego ablitense», el cual representa un antiguo juego amoroso en el que las mujeres tratan de dar fuego a un papel que los hombres llevan a sus espaldas­ y el desfile del Coro Tutera Kantuz por los bares y peñas de Castejon, tuvo lugar en el frontón municipal una gran comida popular que reunió a cientos de personas en un ambiente inmejorable, amenizado por joteros, txarangas, gaiteros, txistularis y cantautores.

A modo de colofón a una gran jornada festiva de hermanamiento entre todos los vecinos de Erribera, varias decenas de comenzales hicieron el esfuerzo de levantarse de sus asientos y dedicar a los demás unos bailes ya tradicionales como el Zortziko, Jota de Tutera y Larrain Dantza. -