�Esclavos del franquismo en el Pirineo�, otro drama rescatado al olvido impuesto
�Todo se hac�a a base de pico y pala, y as� d�as, meses y a�os. Todo lo que se com�a al monte se acarreaba a los lados m�s bajos para formar el ancho de la carretera. Aquello parec�a un hormiguero�. Tras la epopeya de los presos de Ezkaba, ahora otro libro (�Esclavos del franquismo en el Pirineo�) recupera una nueva tragedia oculta: la de 2.100 condenados a trabajos forzados en una carretera navarra.
El 25 de julio de 1939, en el �a�o de la victoria� franquista, el llamado Batall�n de Trabajadores 127 llegaba a los remotos valles de Erronkari y Zaraitzu. Mar�a J�uregui, vecina de Igal, todav�a se acuerda de la impresi�n que le produjo aquel ej�rcito de desarrapados: �Estaba yo con las vacas, y todo lleno de soldados, �madre m�a! �Nos daba una cosa! Te daban apuro, te daba un poco de verg�enza, no s� c�mo decirlo... �pero no eran gente mala! Los soldados llevaban la boinica, y los otros gorro�. Se trataba en realidad de presos republicanos a los que esperaba una labor tan ardua entonces como desconocida despu�s:construir la carretera entre Igal, Bidangoze y Erronkari, un profundo surco entre dos valles pirenaicos. El capit�n franquista Aguilera dej� un cruel testimonio sobre aquellos batallones de presos condenados a trabajos for- zados, utilizando palabras muy alejadas de la candidez de las de Mar�a J�uregui: �Prisioneros rojos, capturados en Santander. He o�do decir que construyeron una de las carreteras de monta�a en ocho d�as. Pocas ocasiones para dormir, �eh? As� es como hay que tratarlos. Si no necesit�ramos carreteras, me gustar�a sacar un rifle y liquidar a un par�. En esa obra entre Erronkari y Zaraitzu se dejaron la piel 2.100 personas entre 1939 y 1941. Su historia ha sido reconstruida ahora con enorme detalle por Fernando Mendiola y Edurne Beaumont, en un libro con un t�tulo bien expl�cito:��Esclavos del franquismo en el Pirineo�� (Txalaparta). Ayer se present� en Iru�ea, donde Javier Rodrigo, calificado como la m�xima autoridad en esta materia y autor del pr�logo, asegur� que ��ste es el mejor libro para entender �la mili de Franco�. Aunque de mili no ten�a nada. Eran trabajos forzosos�, matiz�.
Un ejercito de cadaveres
Pasaron de ser trabajadores hechos presos a ser presos forzados a trabajar... para el franquismo. Fueron sus esclavos, al fin y al cabo. Con su sudor se construy� esta v�a prepirenaica que ten�a ante todo un objetivo defensivo, seg�n indic� Mendiola: �Buscaban frenar una eventual invasi�n aliada o de guerrilleros antifranquistas�. El libro aporta un listado de obras hechas en Nafarroa �bajo la Inspecci�n de Campos de Concentraci�n de Prisioneros y la Jefatura de Campos de Concentraci�n y Batallones Disciplinarios�:se citan la carretera Aiegi-Monasterio de Iratxe, la Azagra-Milagro, la Eugi-Irurita, la Oiartzun-Lesaka, las minas de Aralar, el ferrocarril Iru�ea-Gasteiz... En �ltima instancia, lo que pas� en Nafarroa no fue sino el reflejo de una realidad de alcance estatal. Se calcula que en todo el herrialde hubo 15.000 condenados a estos trabajos dur�simos; en el conjunto del Estado espa�ol fueron 100.000. Los relatos de los supervivientes recuerdan casi milim�tricamente al calvario de los encarcelados en el fuerte del monte Ezkaba, redescubierto tambi�n en estos �ltimos a�os. �Desde arriba mir�bamos al campamento a ver si hab�a humo;si no, �otro d�a que ya sab�amos que no �bamos a comer!�, detalla en el libro uno de aquellos prisioneros. Yotro apunta que cuando el gobernador les vio pregunt� �qu� es esto que viene, un batall�n de soldados o de cad�veres�. Los presos se vieron forzados a comer lagartos o a practicar el robo nocturno, con riesgo evidente para su vida si eran descubiertos. Y a combatir el fr�o y la nieve pirenaicos durmiendo apilados en tiendas de campa�a. Y a sustituir los zapatos rotos por un trapo o un saco. Y a romper el hielo para ba�arse en el r�o y as� poder quitarse las pulgas y los piojos. A los esclavos de Franco la muerte les acechaba en cada momento, por hambre, por enfermedad, por castigo, y tambi�n por accidente. El libro cuenta c�mo un cami�n se estrell� en el puerto de Iso;murieron dos presos y un soldado. Pese a la investigaci�n exhaustiva de Beaumont y Mendiola, que ha permitido por ejemplo identificar completamente a 1.200 de los 2.100 presos condenados a pico y pala en esa carretera pirenaica, es imposible saber cu�ntos de ellos murieron. Mendiola explic� que �hemos identificado doce asesinatos, pero tememos que �sa es s�lo la punta del iceberg�. En el libro no s�lo hablan las v�ctimas. Tambi�n lo hacen los llamados �soldados de escolta� y oficiales. Y los vecinos de aquellos valles que observaban estupefactos a aquel ej�rcito de esqueletos y que descubrieron as� que �no tienen cuernos ni cola�. Simplemente hab�an perdido la guerra.
UPN, como los neofascistas
��Esclavos del franquismo en el Pirineo�� denuncia tambi�n el manto de silencio posterior, que llega hasta el d�a de hoy. El historiador Emilio Majuelo salud� en la presentaci�n que �hemos puesto otra piedra� en la denuncia de aquel �r�gimen de represi�n pluralista e ilimitada�. YFernando Mendiola dej� constancia de que �las autoridades de Navarra se siguen negando a reconocer todo esto, y eso es algo que en Europa s�lo hace ya la ultraderecha neofascista. La derecha europea s� lo reconoce, e incluso se�aliza p�blicamente los lugares del horror. Y eso la derecha navarra no lo hace�, insisti�. Pero la sociedad, s�. El s�bado 24 se celebrar� por tercera vez, en el alto de Igal, un homenaje a aquellos prisioneros. Eguzki Bideoak est� preparando un documental sobre estos hechos. Y desde ayer hay un libro que recupera esta historia que, como apunta el supervivente Andr�s Mill�n, no se puede revivir �ni cont�ndolo�. Historia de luchadores como F�lix Pad�n, a los que pese a todo �no llegaron a matarnos la moral, ni perder la dignidad. Hemos seguido tiesos�. -
IRU�EA
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