- La seleccion escandinava hizo mas meritos para alzarse con la victoria -
La agonía sueca acaba dando fruto
·Una cicatera Paraguay se convierte en el tercer combinado estatal en ser eliminado, tras Polonia y Costa Rica
SUECIA 1 PARAGUAY
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IRUÑEA Se está convirtiendo en una tradición de esta primera fase. El Mundial de Alemania viene a demostrar que cada vez es más difícil anotar un gol e imponerse al rival. Los tantos agónicos que en los últimos días vienen anotando selecciones importantes ayer lo fueron Inglaterra y Suecia así lo atestiguan.Los escandinavos sufrieron mucho y estuvieron a punto de quedarse fuera del torneo si Valdez hubiera acertado en alguna de las ocasiones de la segunda parte. Pero eso hubiera sido injusto porque los amarillos, arropados en las gradas por unos 50.000 seguidores, fueron quienes más batallaron por conseguir la victoria. No sin reconocer que el reto se alcanzó más por la fuerza del corazón que por los argumentos futbolísticos que los pupilos de Lars Lagerback pusieron sobre el césped del Olympiastadion berlinés. Sólo el ex del Rennes, Kim Kallstrom, aportó un poco de sentido común en las acometidas suecas, donde ni Ibrahimovic preocupante la actitud del juventino, que fue sustituido en el descanso ni Larsson estuvieron acertados. Enfrente, los paraguayos jugaron a no perder y a confiar en alguna genialidad de sus dos delanteros “alemanes”, Roque Santa Cruz y Nelson Valdez. Con un centro del campo sudamericano liderado por futbolistas que ya están muy de vuelta, el técnico Aníbal Ruiz apostó por los envíos largos.
Sin argumentos en ataque Pero con semejantes alegatos, tal y como cabía esperar, la superioridad de las defensas sobre los ataques se hizo la tónica del partido. Las acometidas de una y otra escuadra fueron continuas, pero pocas las llegadas con cierto peligro.
Así, el tándem Gamarra-Cáceres solventaba sin problemas las llegadas de los amarillos, mientras Mellberg e Isaksson se sobraban para contener la tímida presencia de los atacantes paraguayos.Los tiros lejanos se convertían en el único arma utilizada por uno y otro conjunto, a la vista de la impenetrabilidad de las respectivas áreas, pero ayer también era la noche de ambos guardametas, que se mostraron muy seguros. El primer cuarto de hora sueco y un disparo flojito de Ibrahimovic a cinco minutos del descanso fueron el único bagaje ofensivo de la primera parte. Los paraguayos, que no fueron ninguna amenaza en ese periodo, parecieron desperezarse en la reanudación, especialmente Valdez, pero la reacción apenas duró los primeros compases de la segunda parte, para regresar a su rácana visión del fútbol. Mientras tanto, Lagerback quemaba sus naves y daba entrada a Allback y Elmander, que a la postre se reivindicarían como decisivos. El delantero del Copenhage dispuso de dos clarísimas ocasiones en el minuto 58, cuando picó excesivamente sobre Bobadilla y Caniza sacó bajo palos jugándose el físico, y en el 79, al rematar flojo y de espaldas. La traca final llegó a falta de un minuto. El único error de la línea defensiva paraguaya fue aprovechado por Ljunberg para anotar viniendo desde atrás.
Casi todo decidido y lucha por ser primero
N.M.
IRUÑEA La victoria de Suecia sobre Paraguay dejó casi todo decidido en el grupo B, pero lo único definitivo es que el combinado sudamericano quedó eliminado. Como cabía prever, las dos selecciones más fuertes de este grupo llegarán al último partido con la disputa del primer puesto en juego y nada debe descartarse después de la dosis de moral que habrán acumulado los escandinavos y el poco juego de los ingleses. Pero también hay que tener en cuenta la posibilidad, al menos matemática, de que el combinado más débil, Trinidad y Tobago, pueda clasificarse, y a la que seguramente se agarrarán como a un clavo ardiendo los caribeños. Los dirigidos por Leo Beenhakker todavía tienen una remota probabilidad de dar la campanada si se imponen a la desahuciada Paraguay e Inglaterra gana a Suecia en la lucha por ser cabeza de grupo. Pero para ello deberá darse también la circunstancia de que los caribeños enjuagen la diferencia en el gol average que, tras la finalización de la segunda jornada, es de tres goles a favor de los de Lars Lagerback.
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