INGLATERRA 1
TRINIDAD Y TOBAGO
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IRUÑEA
Aunque Inglaterra obtuvo el pase matemático a los octavos de final, el nivel de juego desplegado por los de Eriksson no hace abrigar muchas esperanzas para su afición, que al descanso despidió con silbidos a los jugadores.Una rocosa Trinidad y Tobago desplegó su gran oficio en el Frankenstadion de Nuremberg se le nota la mano de Leo Beenhakker y maniató durante gran parte del choque, a excepción de los últimos diez minutos, al combinado inglés, si bien se quedó sin el merecido premio.
La medular caribeña abortó la línea de creación de la antigua metrópoli una vez más Gerrard y Lampard deambularon en los primeros cuarenta y cinco minutos muy lejos del área rival y las bandas inglesas brillaron por su ausencia, ya que ni Beckham ni Joe Cole ejercieron la condición de carrileros que se les supone, al menos en el caso del merengue.
Los de Eriksson eran incapaces de superar las dos líneas de cuatro establecidas por el ya curtido en mil batallas entrenador holandés de los isleños y se ceñían a los balones largos con destino a Crouch como único guión con el que tratar de hacer daño en la portería defendida por Hislop.
Un pobre argumento para una ordenada y sólida defensa que achicaba balones sin mayores contratiempos. Unicamente inquietaban los disparos desde fuera del área de los dos pivotes ingleses, pero el centrocampista del Chelsea estuvo muy desacertado ayer, pese a disponer de ocasiones francas, especialmente en la reanudación.
Eriksson tuvo que optar por variar su esquema y abrir el campo con la entrada de Lennon retrasó a Beckham al lateral derecho y Downing, a los que acompañó el debut del deseado Rooney, que no aportó gran cosa. La fatiga de los caribeños y el primer y único centro decente del centrocampista madridista propició el 1-0, mientras que Gerrard redondeó el inmerecido marcador con un golazo con su zurda.